Escrivá plantea eliminar las ayudas para autónomos con bajos ingresos

El director general de la Seguridad Social del Ministerio de Inclusión, y las organizaciones representativas del trabajo autónomo se han reunido este miércoles con el objetivo de tratar la extensión de la protección social concedida a este colectivo, cuyas actividades tanto económicas como profesionales han tenido un efecto negativo debido al impacto económico causado por la crisis sanitaria del Covid-19.

La Seguridad Social ha planteado suprimir desde el 1 de octubre la prestación extraordinaria para autónomos con pérdida de facturación que no han cotizado lo suficiente y que en agosto cobraron 141.000 trabajadores por cuenta propia, según han confirmado a Efe fuentes de la negociación.

El planteamiento del Gobierno pasa por limitar las prestaciones extraordinarias a cambio de mejorar las exoneraciones de las cuotas a la Seguridad Social para incentivar el mantenimiento de la actividad.

El director general de la Seguridad Social, Borja Suárez, se ha reunido este miércoles con las asociaciones de autónomos ATA, UPTA y UATAE, para negociar la continuidad de las ayudas a este colectivo, que caducan el próximo 30 de septiembre.

Fuentes gubernamentales han explicado que el nuevo esquema de ayudas propuesto permitiría que el grueso del colectivo de autónomos afectados disfrute de exoneraciones en las cotizaciones para apoyar la reactivación.

Las prestaciones, sin embargo, quedarían limitadas a quienes tienen suspendida su actividad, a los autónomos de temporada con bajos ingresos y a quienes pueden acceder a la prestación de cese ordinaria compatible con la actividad por reunir los requisitos de carencia de cotización, ayudas que en total cobraron 85.226 personas en agosto.

Las exoneraciones ya supusieron una novedad en el esquema todavía vigente de ayudas que se pactó en mayo, al fijarse minoraciones en las cuotas de todos los trabajadores por cuenta propia que estuvieron protegidos en el periodo anterior (casi 460.000 entre febrero y mayo).

En concreto, la exoneración fue del 90 % en junio, del 75 % en julio, del 50 % en agosto y del 25 % en septiembre.

En septiembre, 219.000 autónomos se han beneficiado de esa exoneración del 25 %, de acuerdo con los últimos datos de la Seguridad Social.

Además, en septiembre todavía hay 225.000 trabajadores por cuenta propia beneficiarios de alguna de las prestaciones vigentes, menos de la mitad que tres meses antes y un 81 % menos que en abril de 2020.

El tema principal de la ampliación de la protección de parte de las situaciones que ya venían preservándose con anterioridad y que estarán vigentes hasta el 30 de septiembre, ha quedado resuelto en dicha reunión. A pesar de esta resolución, desde la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) afirman que todavía se tiene que trabajar para “pulir la modalidad de prestación por cese extraordinario de actividad” sobre todo en los casos en los que la facturación haya disminuido significativamente.

El presidente de UPTA, Eduardo Abab, afirma que es necesario que esta modalidad de cese de actividad quede ampliada al igual que en las anteriores, ya que existen sectores de actividad como los eventos culturales que todavía “sufren el impacto económico derivado de la pandemia”.

Asimimo, UPTA solicitó una ampliación de este “paraguas social” hasta el 31 de enero del año que viene. “No podemos obviar que la protección dispensada a través de las prestaciones por cese de actividad ha constituido para el trabajo autónomo, el mayor sistema protector frente a la crisis económica derivada de la COVID-19″, sentenciaba Abab. De igual modo, el presidente de UPTA expresó que les consta el “gran esfuerzo” realizado por el Ministerio y solicitan que sigan en esa “línea de acción”, ya que esto ha conseguido que los autónomos puedan mantener sus actividades.