Energía

Así de cara será su factura este invierno según el tipo de calefacción que tenga en casa

Calentar una vivienda con gas natural cuesta la mitad que hacerlo con radiadores eléctricos. De media, cada hogar español se gasta unos 600 euros al año en calefacción, según la OCU

Imagen de archivo de un radiador
Imagen de archivo de un radiadorLa RazónPixabay

Las constantes subidas del precio de la energía, uno de los grandes enemigos para el bolsillo de las familias, cuentan ahora con un ayudante: el frío. La llegada del invierno golpea las cuentas de todos los hogares, pero especialmente de aquellos sobre los que la crisis ha hecho más mella. Aunque usar la calefacción el menor tiempo posible es la táctica de ahorro más común y eficiente, hay días especialmente fríos en los que no queda otra opción que ceder y encenderla. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), cada hogar español se gasta unos 600 euros al año en calefacción. Esta cifra es elevada y puede llegar a serlo más si los precios de la energía, como ha sucedido últimamente, se disparan. Por ello, la OCU ha analizado qué tecnología es la más barata para calentar la casa y la que más le conviene según las características de su hogar.

Caldera o estufa de pellets

Tomando como referencia una vivienda de 90 m2 situada una región fría (zona climática D), la opción más económica para mantener la casa caliente es instalar una caldera o estufa de pellets, ya que solo supone un gasto anual de 313 euros. Pero en este caso es necesario disponer de espacio suficiente para almacenar el combustible, por lo que solo interesan en viviendas unifamiliares y comunidades de vecinos. Además, necesita un conducto de evacuación de humos al exterior.

Bomba de calor aire-agua

Una opción igualmente eficiente es una bomba de calor aire-agua (con aerotermia, para calentar además el agua): apenas gasta 339 euros, muy poco si tenemos en cuenta que funciona con electricidad, aunque el coste de la instalación para una vivienda entera suele ser alto. Las bombas de calor intercambian energía con el exterior para calentar o refrigerar la vivienda. Se trata de los típicos splits de aire acondicionado o de sistemas de aerotermia aire-agua, bombas de calor que calientan el agua de un circuito, similar a lo que hace un caldera. Los tipo split se puede usar como apoyo a otros sistemas de calefacción, mientras que los sistemas aire-agua son adecuados para obra nueva o si se quiere realizar una reforma completa.

Calderas de gas natural

Las tradicionales calderas de gas natural, mayoritarias en nuestro país, siguen siendo interesantes, siempre y cuando sean de condensación y se realice un mantenimiento adecuado: gastan 468 euros al año en calefacción, frente a los 934 euros anuales de los radiadores eléctricos convencionales. Además, pueden programarse fácilmente. No obstante, “el problema es que el 60% de las calderas son antiguas e ineficientes, contribuyendo además a aumentar las emisiones de CO2″, denuncia OCU. En este sentido, la Organización denuncia la falta de ayudas autonómicas para renovar estos aparatos: en la actualidad solo hay en Castilla y León, para calderas y calentadores de más de 10 años.

Calderas de gasóleo

Junto con las calderas de carbón, se prevé que las calderas de gasóleo vayan desapareciendo de los hogares para conseguir los objetivos de neutralidad climática. Este sistema es común en viviendas aisladas, con espacio y sin acceso a la red, pero actualmente no se recomienda su instalación. Además se encuentra entre los tres métodos de calefacción más caros analizados por la OCU: 653 euros al año. “Si tiene una caldera de gasóleo, piense en sustituirla por un sistema más eficiente y menos contaminante”, recomienda la OCU.

Acumuladores y radiadores eléctricos

Estos aparatos son los más costosos. Funcionan consumiendo electricidad para calentar unas resistencias eléctricas, una energía disponible en casi todas las viviendas. Son adecuadas para segundas viviendas en las que apenas se vayan a usar y para aquellas en las que no se pueda hacer obra. No obstante, si se usan como mecanismo de calefacción para el día a día, el coste de la factura se dispara. Los acumuladores gastan unos 822 euros al año, mientras que los radiadores convencionales unos 934 euros al año.

Coste de la calefacción al año. Fuente: OCU
Coste de la calefacción al año. Fuente: OCUOCU

HARP

OCU, a través de la herramienta HARP, ofrece a los consumidores la posibilidad de introducir los datos del sistema de calefacción instalado en su vivienda para conocer su eficiencia real y conocer cuál es el más adecuado actualmente, con cifras concretas de ahorro.