Hogares vulnerables

El sinhogarismo se extiende y el ingreso mínimo solo llega a un tercio de las familias vulnerables

La mayoría de personas que han sufrido una denegación de su solicitud no sabe por qué ha sido y casi la mitad de los posibles perceptores no lo ha pedido por falta de información

Colas del hambre en Madrid
Colas del hambre en MadridCristina BejaranoLa Razón

Apenas una de cada cuatro personas sin hogar percibe el Ingreso Mínimo Vital (IMV). Es decir, que solo el 26% de las personas en situación de sinhogarismo en España percibe el Ingreso Mínimo Vital (IMV), aunque hasta un 76% haya solicitado esta ayuda. El estudio ‘Ingreso Mínimo Vital (IMV) y el sinhogarismo: ¿Una protección estructural para toda la sociedad?’, presentado esta semana por la Fundación Hogar Sí, demuestra que más del 90% de las personas vulnerables cree que el sistema de gestión permite poca o nula autonomía para realizar la solicitud. Además, el 68% de las personas sin hogar encuestadas considera que el IMV no aumenta la autonomía para su vida. En cuanto a las resoluciones, el 32% de estos solicitantes ignoran la causa de denegación del IMV, y el 50% de las alegaciones se resuelven con silencio administrativo.

Por ello, esta Fundación destaca la necesidad de facilitar todas las gestiones y, entre otras medidas para mejorar esta situación, propone un programa destinado a ofrecer una red de oficinas de atención exclusiva a asuntos del IMV a cargo del Instituto Nacional de la Seguridad Social, con la posible participación de organizaciones del Tercer Sector especializadas, a fin de solventar la gran brecha digital que afecta a este colectivo.

En cuanto al proceso de tramitación en sí, Hogar Sí reclamó aplicar la lectura fácil a todo tipo de solicitudes y su traducción a diferentes idiomas; gestionar las solicitudes y comunicaciones por otras vías, no exclusivamente por internet; y exigir que las denegaciones sean en todos los casos debidamente motivadas, no sólo manifestando la causa, sino aportando documentación que justifica la denegación.

El estudio, financiado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 a través de la convocatoria del 0,7% del IRPF destinada a otros fines sociales, también indaga en los mecanismos que impiden o dificultan que las personas en situación de sinhogarismo accedan al IMV y ofrece una serie de propuestas para corregirlos. “El IMV nació en el marco del ‘escudo social’ de las acciones para paliar los efectos de la pandemia dentro de la Estrategia de Prevención y Lucha contra la Pobreza 2019-2023, pero la concepción de una garantía de rentas es una medida clave en el futuro de las políticas públicas en la lucha contra la pobreza y la exclusión”, ha declarado el director general de HOGAR SÍ, José Manuel Caballol.

El equipo de investigación insiste en su preocupación porque “solo” el 26% de las personas en situación de sinhogarismo que han participado en el estudio estén percibiendo el IMV, pese a que el 76% lo ha solicitado. Además, el informe revela que, de aquellas personas en situación de sinhogarismo que no lo han solicitado, el 46% no lo ha hecho por falta de información o por no saber cómo hacerlo.

Además, pone de manifiesto que la cuantía media percibida es de 371 euros. “Las organizaciones del Tercer Sector somos el canal principal de información y gestión del IMV en el caso de las problemáticas de exclusión más severas como es el caso del sinhogarismo pero esto debe cambiar. El acceso a los derechos no puede depender de que las personas encuentren quien les pueda ayudar. El objetivo de los mecanismos públicos debe ser que las personas gocen de autonomía y para esto necesitamos trámites ágiles y cuantías que permitan acceder a unos mínimos de bienestar”, ha señalado Caballol.

En cuanto a las resoluciones, la investigación muestra que el 32% de las personas en situación de sinhogarismo no saben la causa de denegación del IMV o no se lo han dicho. “En un momento de pandemia, con una atención presencial limitada, y con enormes dificultades para conseguir citas en organismos públicos, no se puede tener a personas en situación de extrema necesidad de un lado a otro recopilando documentación que está en manos de las administraciones”, explicó Caballol.

Además, dada la brecha digital existente, pide la implementación de un programa que vaya destinado a ofrecer una red de oficinas de atención exclusiva a asuntos del IMV a cargo del Instituto Nacional de la Seguridad Social, con la posible participación de organizaciones del Tercer Sector especializadas. En cuanto al proceso de tramitación, algunas de las propuestas de la organización son: aplicar la lectura fácil a todo tipo de solicitudes, así como diferentes idiomas; la solicitud y comunicaciones por otras vías, no exclusivamente por Internet, y que las denegaciones sean en todos los casos debidamente motivadas.