
Deudas
Autónomos: esta es la Ley de Segunda Oportunidad y así puede beneficiarse de ella
Esta normativa permite que particulares o empresarios en situación de insolvencia puedan reestructurar sus deudas y hacerles frente

La pandemia de la Covid-19 y la consiguiente recuperación económica han provocado que muchas personas se encuentren en situaciones delicadas. Los autónomos han sido uno de los colectivos más perjudicados por esta última crisis y a muchos de ellos les vendrá bien conocer la Ley de Segunda Oportunidad, una normativa destinada a facilitar el pago de deudas.
Esta ley está dirigida tanto a empresarios como a personas particulares que no pueden hacer frente a las deudas contraídas y que necesitan negociar o reestructurar el estado de estas para poder pagarlas. El portal Idealista recuerda que, generalmente, esta norma no permite suprimir la deuda, aunque hay veces que se puede exonerar total o parcialmente. El objetivo principal de esta ley es el de “buscar herramientas para facilitar que el deudor pueda pagar al acreedor y no ponga en peligro su patrimonio presente y futuro”, apunta Idealista.
Cómo acogerse a ella
Para acogerse a esta ley, lo primero que hay que hacer es presentar una solicitad de mediación ante el notario o registrador mercantil del domicilio deudor. Además, también hay que establecer un mediador concursal, que será la persona encargada de mediar tanto por los intereses del deudor como por los de los acreedores. Este mediador debe remitir a los acreedores un plan de pago, que el deudor debe haber aceptado previamente. En este plan deben aparecer los ingresos y gastos del deudor, así como también su situación personal. El acreedor deberá aceptar el plan de pagos para que este se pueda aplicar y el proceso de complete de manera extrajudicial. Sin embargo, si el acreedor no acepta el plan de pagos, el mediador deberá presentarse en el Juzgado de Primera Instancia o en el Juzgado Mercantil, donde tendrá que mostrar una solicitud de concurso e incluir en ella un plan de liquidación para la liquidación del activo del deudor. Concluida la liquidación, hay que solicitar la conclusión del concurso, y después tendrá que ser el juez quien solicite la resolución condonando el valor total de la deuda.
Antes de iniciar este proceso, hay que tener en cuenta que puede ser un camino lento y que se extienda a lo largo de numerosos meses. Según Idealista, desde que se realiza la solicitud de mediación hasta que se aprueba un acuerdo extrajudicial pueden pasar aproximadamente entre 4 y 7 meses. Esto contando con que el acreedor acepte el plan que presenta el deudor. En caso contrario, teniendo que acudir a la vía judicial, el proceso completo puede alargarse y durar entre 10 y 14 meses.
Requisitos que cumplir
Para poder recurrir a esta Ley de Segunda Oportunidad deben cumplirse una serie de condiciones, más allá de estar endeudado. El deudor, por ejemplo, no puede haber tenido condenas por delitos contra el patrimonio, el orden socioeconómico o falsedad documental, así como tampoco delitos contra la Hacienda Pública, la Seguridad Social y los Derechos de los trabajadores al menos en los 10 años previos. Asimismo, el deudor debe compensar a los acreedores con los bienes no necesarios para su actividad profesional. Sin embargo, el valor de los bienes debe ser siempre igual o menor al precio de la deuda contraída, y el valor total de la deuda no debe superar los cinco millones de euros. Respecto al nivel de retraso en los pagos, el deudor debe acumular mínimo tres meses sin poder hacer frente a sus cuentas, y el plan de pagos propuesto no debe superar los 10 años.
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