Consumo

Estos son los alimentos más afectados por la subida de precios y así encarecen la cesta de la compra

El incremento medio es del 9,4%, aunque la OCU advierte de un agravamiento que puede hacer que los hogares paguen 500 euros más este año solo en alimentos básicos. El 84% de los productos del supermercado suben de precio frente a solo el 16% que bajan

Inflación de dos dígitos
Inflación de dos dígitosAlberto R. RoldánLa Razón

Los españoles también sufren el encarecimiento de la energía, de las materias primas y del transporte por el alza de los carburantes en plena guerra entre Rusia y Ucrania en su cesta de la compra. La subida de precios de los alimentos era un secreto a voces que ahora los datos constatan como real. Si con 50 euros antes prácticamente se podía llenar el depósito del coche, ahora por el mismo precio el consumidor sale de la gasolinera con el tanque medio vacío. Esta situación se repite en los supermercados, donde los clientes deben aumentar su presupuesto para llenar la despensa o verse obligados a dejar su nevera medio vacía para llegar a fin de mes. Un análisis de la Organización de Consumidores y Usuarios revela que, en el mes de marzo, se ha producido incremento medio del 9,4% en el coste de la cesta de la compra, en comparación con el mismo periodo del año pasado. Este incremento de precios va en consonancia con la inflación registrada el mes pasado, que fue del 9,8%, la tasa más alta desde 1985. Y de seguir así, en 2022 cada hogar gastará 500 euros más solo en alimentos básicos, advierte la OCU.

Productos más caros

Los alimentos son cada vez más un lujo que un básico. De acuerdo con los datos del estudio de OCU, el 84% de los productos analizados ha subido de precio, destacando el aceite de oliva suave de marca blanca (53,6%) y el aceite de girasol de marca blanca (49,3%), seguido de la botella de lavavajillas (49,1%) y la margarina (41,5%). A continuación, con subidas entre un 30% y un 40% se encuentran algunos productos de pasta, los plátanos de Canarias y el salmón en rodajas. Cabe destacar que uno de los productos que más ha escaseado en los lineales de los supermercados desde el inicio de la guerra ha sido del aceite de girasol, que procede principalmente de Ucrania. Su desabastecimiento llevó a que los establecimientos racionaran su venta.La escasez se vio agravada por el paro de transportistas durante la segunda quincena de marzo y por las compras impulsadas por el miedo, tal y como ocurrió con el papel higiénico al inicio de la pandemia. Estos factores dispararon su precio y más tarde el del aceite de oliva, al que se ha tenido que recurrir también para freír ante el desabastecimiento de aceite de girasol.

Productos más baratos

Por el contrario, solo hay un 16% de los productos que son ahora más baratos y, entre las escasas bajadas, ninguna llega al -10%. El solomillo de cerdo es el producto que más baja (-9,4%), le siguen las cebollas (-8,5%) y varios productos de droguería e higiene (jabón de manos de marca blanca, dentífrico, maquinillas de afeitar y limpia baños) con bajadas entre el 4,1% y el -8,4%.

Así se encarece la cesta de la compra

OCU destaca que la subida media haya sido de un 9,4% en el último año no quiere decir que la subida se haya producido de un modo uniforme en ese periodo. De hecho, en los dos meses y medio que van desde el 20 de diciembre de 2021 al 8 de marzo de 2022, la subida media ha sido de un 5,1%. Es decir, más de la mitad de la subida se debe a lo ocurrido en los últimos meses, lo que da idea de la aceleración que se ha producido en el incremento de los precios y que, casi con toda probabilidad, va a continuar en los próximos meses como consecuencia del traslado a los precios de los productos del incremento de los costes derivados de la energía.

La subida no afecta por igual a todos los productos y categorías. En el caso de los aceites, los de marca blanca son los que más suben. Lo mismo sucede en los productos de despensa. En lácteos y pescados todos los productos suben, mientras que en higiene y droguería son las únicas categorías donde es significativo el número de productos que bajan.

Pese a que el incremento de precios es desigual, la subida generalizadava a afectar de forma significativa al gasto de las familias en alimentación. De los datos del observatorio se desprende que el gasto en productos de la cesta de la compra de un hogar medio se podría incrementar de las familias en más de 500 euros anuales a consecuencia de la subida de precios de la alimentación. Este sobrecoste viene a sumarse a los precios más elevados de suministros y combustibles, para provocar que cada vez sean más las familias que tienen dificultades para afrontar sus gastos cotidianos. De hecho, según los recientes resultados de un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) sobre el nivel de confort económico de las familias, solo un tercio supera el umbral de la situación “holgada”, pero además un 8% pasa por serias dificultades económicas. “Ahora ese porcentaje puede incrementarse significativamente”, advierte la OCU ante la espiral inflacionista.

Reduflación: la táctica para disimular el incremento de precios

Ante esta escalda de precios, las marcas han buscado fórmulas para disimular el encarecimiento de la compra. Una de las más conocidas y cuestionables es la reduflación, que consiste en poner menos cantidad de la habitual en un envase para no alterar el precio de venta, aunque hay ocasiones en las que el precio también sube, pero en menor medida que otros productos que no aplican la reduflación. Esta táctica que cabrea a los consumidores cuando al abrir una bolsa de patatas fritas se la encuentran medio vacía, es completamente legal siempre que se reflejen las nuevas cantidades en el envase. La propia OCU ha detectado esta práctica en los artículos de los supermercados españoles. En concreto, según un estudio realizado en octubre de 2021, el 7% de los 238 productos analizados redujeron su tamaño,