¿Qué ventajas tiene retrasar la jubilación?

La jubilación es uno de los momentos más esperados por una gran parte de los trabajadores tras años de cotización. Llegar a la edad prevista por la ley para poder dejar de acudir al centro de trabajo consigue, así, que muchos reciban este momento como un espacio vital de tranquilidad y disfrute.

Los sistemas productivos de los países han realizado grandes cambios en los últimos años y España no es una excepción. La mayoría de trabajos han evolucionado desde los sectores primarios como la ganadería al campo de los servicios, algo que ha transformado por completo los sistemas productivos.

España, además, es un claro exponente de como el mundo y las poblaciones han evolucionado en este sentido. El país es uno de los que más ha visto crecer la esperanza de vida en las últimas décadas colocándose en segunda posición por detrás de Japón. Incluso, las aproximaciones hablan de que España podría superar al país asiático en los próximos años, algo ligado estrechamente a las jubilaciones.

El ejecutivo de Jose Luis Rodriguez Zapatero fue el primero en modificar la edad de jubilación ante los retos futuros que venían para España. Con los nuevos modelos productivos y la esperanza de vida en aumento se pospuso progresivamente aumentar la edad de jubilación famosa por los 65 años hasta los 67.

Este aumento se debe a las ordinarias aunque existe otra forma de retrasar más allá de lo establecido, la jubilación demorada. Tras la entrada en vigor el pasado enero de garantía del poder adquisitivo de las pensiones esta tipología permite unas ventajas a los trabajadores interesados que repasamos a continuación junto a los requisitos.

Ventajas y requisitos

Según la propia Seguridad Social la jubilación demorada voluntaria “es la posibilidad reconocida a las personas trabajadoras (por cuenta propia o ajena) de que, una vez cumplida la edad ordinaria de jubilación prolonguen su vida laboral, por lo que podrán acceder a una serie de beneficios en su futura pensión de jubilación”.

Ante esta explicación desde el pasado 1 de enero toda aquella persona que desee retrasar voluntariamente su jubilación tendrá una serie de beneficios que pueden llegar a ser muy interesantes.

El primero es un “porcentaje adicional del 4% por cada año completo cotizado después de cumplir la edad ordinaria, lo que supondrá un aumento de la cuantía de la pensión”. Así, aquellos que retrasen su retiro verán aumentada la prestación de la forma descrita anteriormente.

Además, si se decide prolongar el trabajo se recibirá “una cantidad a tanto alzado por año cotizado, que va a depender de los años que se haya cotizado cuando se llega a la edad de jubilación, y que va desde los 5.000 a los 12.000 euros”, según lo expuesto por la Seguridad social.

Por último, cabe destacar que estos dos beneficios son compatibles y se pueden llegar a combinar en el momento de la jubilación. En el primer caso se consigue aplicando un incremento porcentual cada mes y en el segundo con un pago único con unas fórmulas aplicadas dependiendo de los años cotizados.

Tras ver los beneficios también debemos repasar los requisitos que exige la administración para poder optar a esta jubilación demorada. Estos son tres y deben cumplirse en el momento de la solicitud:

• Haber cotizado mínimo 15 años a la Seguridad Social.
• No haber cumplido los 70 años de edad.
• Tener cumplida la edad mínima de jubilación ordinaria para el año en curso.