Invasión de Ucrania

La factura de cortar relaciones comerciales con Rusia: casi 30.000 millones de euros

El Banco de España estima que el PIB de España puede caer hasta un 2,4% si hay ruptura con Moscú. Si sólo se boicotea su energía, la pérdida rondaría el 1,4%

Logo de la compañía energética estatal rusa Gazprom
Logo de la compañía energética estatal rusa GazpromDPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

El Gobierno ha alardeado en reiteradas ocasiones de que la exposición económica de España al conflicto de Ucrania es muy inferior a la de otros países europeos. Sobre todo, en lo que energía se refiere. Pero la realidad es que la globalización de las relaciones comerciales multiplica, para bien y para mal, los efectos de lo que ocurre en cualquier parte del mundo. Según un análisis publicado por el Banco de España ayer, si España decidiese cortar toda relación comercial con Rusia, el impacto en el PIB nacional podría alcanzar el 1,8% a lo largo del primer año. Este efecto se repartiría entre la suspensión de las importaciones que no tuvieran que ver con productos energéticos y la de las exportaciones en cuantías respectivas de 0,3 puntos porcentuales y 0,4 puntos porcentuales, explica el documento. En cuanto a la inflación, el impacto total sería de 1,4 puntos, con un efecto adicional de 0,5 puntos con respecto al escenario inicial.

No obstante, el Banco de España asegura que en los casos en los que se consideran los supuestos más restrictivos en cuanto a la capacidad de sustitución de las importaciones y exportaciones, el impacto total sobre la economía española podría suponer una caída de hasta el 2,4% en el caso del PIB, el equivalente a casi 30.000 millones de euros; y un aumento de 1,7 puntos en el caso de la inflación.

El efecto sería menor si, como la UE tiene intención de hacer con dos tercio de las mismas, sólo de suspenden las importaciones energéticas procedentes de Rusia. En ese caso, el daño a la economía española sería de una bajada del PIB de entre un 0,8% y un 1,4%, siendo el 1,1% el escenario más probable; y de un aumento de la inflación de entre 0,8 puntos y 1,2 puntos porcentuales durante el mismo periodo respecto a un escenario sin dichas restricciones.

Por sectores

El documento, titulado «Consecuencias económicas de un hipotético cierre comercial entre Rusia y la Unión Europea», detalla que con un corte del suministro ruso, las ramas de la economía española que sufrirían una caída más acusada de su producción serían algunas de las que hacen un consumo de energía más intensivo, como el transporte, las manufacturas pesadas o la industria química. En el otro extremo se situarían algunas ramas de servicios, como las inmobiliarias, cuya actividad apenas se vería afectada. Ahora bien, el organismo advierte de que «la contracción del valor añadido en cada uno de los sectores se debe no solo al impacto directo debido al encarecimiento de la energía, sino también a la propagación de estos efectos directos a través de las cadenas de producción». Por este motivo, avisa, «el aumento de costes en algunos sectores con un papel central en las cadenas productivas, como, por ejemplo, el transporte o la industria química, repercutirá también sobre el resto de las ramas, independientemente de la intensidad energética de estas últimas».

Para el autor del artículo, Javier Quintana, de la Dirección General Adjunta de Economía e Investigación del Banco de España, la intensidad del impacto de un corte de suministro energético ruso sería heterogénea entre los países de la Unión Europea (UE) en función de su dependencia energética de aquel país. Así, el golpe se situaría entre un 1,9% y un 3,4% para Alemania, un 1,2% y un 2% para Francia, y un 2,3% y un 3,9% para Italia. El impacto sobre el conjunto de la UE se situaría entre un 2,5 % y un 4,2 % del PIB.

Las tensiones en el mercado de las materias primas provocadas por la invasión de Ucrania llevan semanas trasladándose a los precios de la energía. Ayer mismo, el precio del barril de petróleo Brent, de referencia para Europa, subió al cierre del mercado hasta los 125 dólares, su mayor coste desde principios del pasado mes de marzo, al inicio de la invasión.