Macroeconomía

BBVA alerta del peligro de recesión por la subida de tipos de interés y el repunte del paro

BBVA Research cree que otro escenario a corto plazo “no es más que una hipótesis”. Funcas advierte de que entre 2021 y 2022 se ha perdido más poder adquisitivo que durante toda la crisis de 2008

El responsable de Análisis Económico del BBVA Research, Rafael Doménech
El responsable de Análisis Económico del BBVA Research, Rafael DoménechBIEL ALINOBBVA

A agarrarse que vienen curvas. Esta podría ser en lenguaje coloquial lo que le espera a la economía española durante los próximos años. Por eso, el responsable de Análisis Económico del BBVA Research, Rafael Doménech, ha lanzado un aviso de navegantes sobre la política de subida de tipos que se va extender en los próximos meses con el objetivo de atajar la inflación, lo que puede llevar a una recesión y a un aumento generalizado del paro. “Pensar que con una subida moderada de tipos se volverá a la senda normal sin que pase nada en términos de desempleo y actividad económica” no es “más que una hipótesis”, defendió Doménech en su intervención en la mesa redonda “Retos de la economía española y el sector financiero en la pospandemia y con inflación”, organizada por Cunef y la Fundación de la Asociación Española de Banca y recogida por Efe.

Doménech también destacó que el fenómeno de la gran dimisión ocurrido en Estados Unidos y la “gran rotación” en Europa están “dando lugar a un mercado laboral muy tensionado en términos de vacantes y de no satisfacción de toda la demanda de trabajo”.

Por su parte, el director de Coyuntura Económica de Funcas, Raymond Torres, siguió la misma senda y alertó de los riesgos a los que se enfrenta la economía española por la crisis inflacionista, ya que, según sus cálculos, entre 2021 y 2022 se ha perdido más poder adquisitivo que durante toda la crisis de 2008. A pesar de ello, Torres afirmó que la crisis puede suponer “una oportunidad” para España porque no ve “otro país en Europa que pueda aprovechar esta reconfiguración del orden geopolítico”, en referencia al cambio en los flujos comerciales a nivel mundial.

En este sentido, defendió que España puede convertirse “en un ‘hub’ (centro de distribución) no solo en energías renovables, sino también en energías de transición como es el gas” para sus socios europeos. Pero para aprovechar esta oportunidad es necesario mejorar las conexiones con el resto del continente para poder transportar el gas natural regasificado y dejar de ser una “isla energética”. De nuestra parte tenemos que España tiene capacidad para al menos el 37% del total de la regasificación de Europa. Ese aprovechamiento de la capacidad de regasificación gana importancia en un momento de sanciones al principal exportador de gas a Europa, Rusia, y cuando “los intercambios europeos crecen al 8% anual frente al 4% que crecen los intercambios” con terceros países.

Sin embargo, ha advertido de que solucionar el problema de la pérdida de poder adquisitivo vía aumento salarial “abre la posibilidad a una pérdida de competitividad” si se produce un “bucle precios-salarios”, que daría pie a una inflación de segunda ronda que “anularía las oportunidades” de ese posible ‘hub’ energético.