Día 2 del "tope al gas"

El Gobierno se estrella con la luz: ya es un 21% más cara con el mecanismo para “abaratar” la factura eléctrica

El megavatio hora se pagará mañana a 170,8 euros al que hay que sumar las compensaciones a las centrales de gas, lo que eleva el precio final a los 259 euros MWh

El precio “puro” de la electricidad en el mercado mayorista ha subido un 3,2% en su segundo día con el mecanismo para abaratar el recibo de la luz en marcha, el denominado “tope al gas”, con lo que confirma su escasa efectividad en la actual situación de alta demanda por la ola de calor y escasa aportación de las tecnologías que no utilizan gas natural para generación. En concreto, el precio medio para mañana será de 170,81 euros el MWh sin tener el cuenta los ajustes, con un precio máximo de 210,44 euros MWh entre las 22 y las 23 horas y un mínimo de apenas 150 euros MWh entre 15 y las 16 horas. Todo esto sin el pago de compensación a las centrales de gas por diferencia entre el precio fijo de 40 euros MWh y el que determina el mercado.

En concreto, estos ajustes a pagar por los consumidores para las centrales de gas, que ayer supusieron 59,3 euros MWh de media, lo que elevó el precio final de los 165,59 euros MWh a los 225 euros MWh, un rango superior incluso a los días previos en los que no operaba este mecanismo, supondrán mañana 88,2 euros MWh de media, lo que elevará el precio final a los 259 euros MWh, con lo que el precio final de la electricidad será un 15,1% superior al de ayer y un 21% más caro que el pasado martes, 45 euros, cuando antes de la entrada en vigor del mecanismo para abaratar la luz el megavatio estaba de media a 214 euros.

Pero incluso sin los ajustes, estos 170,8 euros MWh de precio medio para mañana suponen un 80% más que hace un año, cuando el 16 de junio de 2021 el precio quedó de media en los 94,63 euros MWh, ya en plena escalada. Si sumamos los ajustes, con un precio final que ronde los 260 euros MWh, el segundo día del “tope al gas” será un 175% más caro, casi tres veces más caro que hace un año.

El primer día del “tope al gas” supuso un descalabro total que dejó claro que ni es oro todo lo que reluce ni la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, eligió el mejor momento para estrenarlo, en plena ola de calor, cuando mayor es la demanda eléctrica y más tiran los ciclos combinados de gas. Y es que, el tope al gas hace bueno el dicho de desvestir un santo para vestir a otro. Con todos los costes añadidos (las compensaciones a las centrales de gas) los precios de le electricidad fueron en su estreno más de 10 euros más caros que antes de la entrada en vigor de la medida.

El mecanismo ibérico, que recibió la luz verde de Bruselas finalmente la pasada semana, limita el precio del gas para la generación eléctrica a una media de 48,8 euros por MWh durante un periodo de doce meses, cubriendo así el próximo invierno, periodo en el que los precios de la energía son más caros.

En concreto, la ‘excepción ibérica’ fija una senda para el gas natural para generación de electricidad de un precio de 40 euros/MWh en los seis meses iniciales, frente a los en torno a 90 euros/MWh a los que cotiza el gas natural en Mibgas, y posteriormente, un incremento mensual de cinco euros/MWh hasta la finalización de la medida.

El Gobierno limitaba en sus cálculos a un 15,3% la rebaja en el recibo al consumidor de electricidad medio acogido a la tarifa regulada PVPC durante los 12 meses de aplicación del tope aprobado a la generación de electricidad a partir de gas natural, según consta en la memoria de impacto que acompaña el decreto ley.

Para el consumidor industrial, totalmente expuesto al precio ‘spot’, el Gobierno estimaba una rebaja de entre el 18% y el 20%, oscilando el primer mes del mecanismo entre el 15% y el 17%, y entre el 13% y el 15% en el último.