Inversiones
Las claves de la semana para invertir en Bolsa
Las criptomonedas siguen extendiendo su caída y esta semana se enfrentaron a problemas de insolvencia de varios de los principales intermediarios
El pánico empezó en el mercado de bonos, más tarde se trasladó a las criptomonedas y ahora ha llegado a las bolsas. Los inversores ya no ponen en duda la desaceleración económica, ahora se centran en tratar de predecir el impacto. Con una inflación que parece no tocar techo, los bancos centrales están empezando a aplicar medidas cada vez más contundentes, ahora queda ver qué será lo primero en caer, la inflación o la economía.
Las causas del avance de los precios continúan siendo las mismas, sólida demanda, interrupciones en la producción y problemas en las cadenas de suministros. Todos estos factores se han visto agravados por la guerra entre Ucrania y Rusia y los bloqueos para frenar la tasa de contagios en China.
La Fed impuso una subida de 75 puntos básicos, la mayor desde 1994, y mandó por primera vez un mensaje contundente sobre su lucha contra la inflación. Powell aseguró que no le importa que suba el desempleo y que no dejará de subir tipos a un ritmo mínimo de 50 puntos básicos hasta que haya una evidencia clara de que los precios están cayendo.
El Banco de Inglaterra subió los tipos por quinta vez consecutiva y prevé picos de inflación de hasta el 11%.Andrew Bailey reiteró que actuará de forma más contundente si la inflación no remite, aunque advirtió el riesgo que corre la economía de entrar en recesión. La OCDE ha pronosticado que el Reino Unido será la economía más débil del G-7 el próximo año, ya que las tasas de interés más altas, los aumentos de impuestos, la reducción del comercio y la escalada de los precios de los alimentos y la energía afectarán a los hogares.
El Banco Nacional Suizo aumentó inesperadamente las tasas de interés por primera vez desde 2007. La subida fue de 50 puntos básicos, lo que provocó la mayor apreciación del franco suizo desde 2015, cuando el SNB eliminó el límite de su moneda. El Banco de Japón por su parte mantuvo su política monetaria de controlar la curva de tipos y envió de nuevo al bono a 10 años por debajo del 0,25%. El yen cotiza en mínimos de los últimos 24 años a medida que crecen las dudas sobre la sostenibilidad de la postura del banco nipón.
El BCE se vio obligado a convocar una reunión de emergencia ante la fuerte subida de los diferenciales de deuda de los países periféricos. Una posibilidad es que durante los próximos vencimientos otorgue más peso a los países con mayor prima de riesgo. También desarrollará una nueva herramienta anticrisis que se activará si el coste de financiaciones de los países más débiles aumentan demasiado o lo hacen muy rápido, aunque no especificó si esos límites se harían públicos.
La rentabilidad de los bonos continúa aumentando impulsada por las perspectivas de nuevas subidas de tipos. El Bono a 10 años norteamericano llegó a alcanzar el 3,49% por primera vez desde 2011, el alemán cotiza en 1,68%, máximos desde 2013 y el español asciende al 2,76%, máximos de 2014.
Las criptomonedas siguen extendiendo su caída y esta semana se enfrentaron a problemas de insolvencia de varios de los principales intermediarios. Bitcoin llegó a caer por debajo de los 20.000 dólares por primera vez desde finales de 2020. El barril de Brent cayó por debajo de los 120 dólares ante las perspectivas de una menor demanda. El EURUSD por su parte se alejó de mínimos anuales por encima de 1.05 ante las palabras del BCE.
Eventos destacados
- Respecto a las publicaciones macro más relevantes destacan los datos de empleo el jueves y los datos de ventas de viviendas nuevas y usadas en EEUU que podrían sufrir un fuerte descenso ante la subida de los tipos de interés. La producción industrial e Índice IFO de confianza empresarial en Alemania, donde se espera un fuerte descenso tras la volatilidad despertada por el BCE y las nuevas subidas de los precios energéticos. El dato de inflación en Reino Unido podría marcar un nuevo máximo anual, mientras se espera que el Banco Popular de China mantenga los tipos de préstamo a la espera de un mayor control de la tasa de contagios por coronavirus.
- Jerome Powell comparecerá en las reuniones semestrales del Senado el miércoles y la Cámara de los representantes el jueves.
El Dato de la semana: Venta de viviendas nuevas y usadas en EEUU
La demanda de hipotecas ha caído un 52,7% durante los últimos meses ante la subida de los tipos de interés. La tasa a un tipo fijo de 30 años ha subido al 6,28%, desde el 5,5% en tan solo una semana. Es el mayor incremento desde julio de 2013, cuando los rendimientos del Tesoro se dispararon después de que la Fed dijera que frenaría sus compras de bonos.
La diferencia en ese entonces era que la Fed simplemente había decidido que era hora de comenzar a deshacer algunas de las políticas expansivas implementadas después de la crisis financiera. Ahora se trata de frenar la mayor inflación en los últimos 40 años, por lo que no tiene margen de maniobra.
La venta de viviendas ha caído durante seis meses consecutivos, y las principales empresas inmobiliarias como Redfin y Compass están anunciando despidos de personal ante la falta de actividad. Por ejemplo, en una casa de 400.000 dólares, con una entrada del 20%, la cuota mensual de la hipoteca ha pasado de 1.400 dólares a principios de enero a 1.976 dólares, una diferencia de 576 dólares. Eso no incluye seguro ni impuestos a la propiedad.
Desde el inicio de la pandemia el mercado inmobiliario de EEUU subió un 20%, rozando en algunas áreas los máximos de 2008. Muchas personas aprovecharon los tipos bajos para comprar una vivienda o refinanciar sus préstamos. Ahora con un mercado muy tensionado, la subida de tipos y una menor perspectiva de crecimiento el número de operaciones podría desplomarse. Se espera que la venta de viviendas nuevas y usadas continúe cayendo hasta los niveles previos a la pandemia después del fuerte repunte de los últimos dos años.
La Acción de la semana: Alphabet
El sector tecnológico es uno de los que más está sufriendo las caídas, el Nasdaq acumula una caída anual del 31%, y ni quiera las grandes compañías como las FAANG están logrando frenar el desplome. La subida de los tipos de interés y las menores perspectivas de crecimiento están castigando a un sector que destaca por descontar unos flujos de caja muy altos y utilizar mucha financiación para impulsar su crecimiento. Aun así, hay compañías que por su tamaño y posición de dominio dentro del mercado ofrecen una oportunidad de inversión.
Durante el primer trimestre del año, Alphabet tuvo unos ingresos por ventas de 68.000 millones de dólares y un beneficio por acción de 24,62 dólares. Los ingresos por publicidad, que representa el 80 % de las ventas totales, aumentaron un 22 % en comparación al mismo periodo del año pasado (54.700 millones). La unidad de Google Cloud también siguió con un sólido crecimiento del 44% hasta los 5800 millones de dólares.
La antigua Google combina un negocio principal estable con otros en desarrollo como el de inteligencia artificial o almacenamiento en la nube que se espera que crezca a un ritmo del 16% hasta 2030. Alphabet se ha contagiado del pesimismo de unos inversores que olvidan la gran capacidad de generación de caja de la compañía, que solo en los doce últimos meses alcanzó los 69.000 millones de liquidez y cuenta con una posición de efectivo 20.900 millones.
Tiene una valoración más baja que en el peor momento de la pandemia y está un 42% por debajo de la media de los últimos cinco años en relación con el precio-beneficio. A pesar de que todavía pueda seguir corrigiendo, es una compañía que, tanto desde el punto de vista fundamental como por su capacidad de innovar, ofrecerá un gran retorno en el medio plazo.
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