Macroeconomía

BBVA empeora las previsiones de PIB y anuncia ya un periodo de recesión a final de año

Deja en crecimiento de este año en el 4,1%, pero desploma al 1,8% el de 2023 por las consecuencias de la guerra. Prevé que la inflación acabe en torno al 8% de media en 2022

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), y la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño (d), durante el debate sobre el estado de la nación
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), y la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño (d), durante el debate sobre el estado de la naciónMariscalAgencia EFE

Nuevo aviso de navegantes al Gobierno: España entrará en “recesión técnica” en el último trimestre de 2022 el PIB se contraería un 0,3%- y en el primer trimestre de 2023 -caería un 0,2%-. Pese a ello, la economía española seguirá creciendo en el conjunto de 2022 y 2023. Lo dice BBVA Research, que mantiene en el 4,1% su previsión de crecimiento para la economía española en 2022, pero da un serio hachazo a la de 2023, desde el 3,3% hasta el 1,8% al alargar la incertidumbre por la guerra en Ucrania y por la impacto de la inflación más allá de este año.

Aunque esta contracción sería “la más suave de la historia económica de los últimos 40 o 50 años”, la presión inflacionistas no parece tener techo de corto plazo y ni siquiera tiene claro que “se haya alcanzado el pico. Tememos que se traslade a más componentes de precio”, ha advertido el director de BBVA Research, Jorge Sicilia, que ha incidido en que son estimaciones sometidas a “una gran incertidumbre, dada la complejidad para calcular la evolución trimestral”. Cree que, en una “perspectiva más amplia”, no cabe esperar que el crecimiento de la economía española se vaya a “truncar” en términos anuales.

BBVA Research prevé que la variación en el Índice de Precios al Consumo (IPC) cierre el presente ejercicio rozando el 8% de media, un punto más de lo estimado en su última previsión, aunque bajará hasta el 3% el próximo año, frente al 2,5% anterior. Más preocupante aún puede ser la tendencia de la inflación subyacente, que va camino de superar el 5% en promedio este año y el 4% el siguiente.

El centro de estudios de la entidad bancaria considera que el impacto de esta subida de precios sobre el gasto de los hogares está siendo muy “significativa” y “negativo”, con especial incidencia en la subida del precio del petróleo reducirá casi 1,5 puntos porcentuales el PIB en 2022 y la del gas lo hará 0,6 puntos. El responsable de Análisis Económico, Rafael Doménech, cree que el tope al gas en el mercado mayorista de la electricidad tiene un impacto “moderado, pero positivo”, que podría reducir la inflación entre 0,3 y 0,8 puntos porcentuales. Por su parte, la reducción del IVA de la electricidad la moderaría una décima adicional.

Asimismo, BBVA comparte con el Ejecutivo y con la patronal la firma de un pacto de rentas entre los agentes sociales, que será “clave” para “evitar entrar en una espiral inflacionista”. Respecto a la subida de los tipos de interés, señala que el aumento en las expectativas de inflación ha tenido consecuencias en las perspectivas sobre los tipos de interés. De cumplirse sus previsiones, los tipos de política monetaria en EE UU y en la eurozona podrían terminar el año 325 y 125 puntos básicos por encima de sus niveles de final de 2021. En consecuencia, se podría incrementar la carga financiera de hogares y empresas, y reducir los recursos disponibles para consumo e inversión. Por tanto, apunta a un impacto negativo directo de siete y tres décimas sobre el crecimiento económico de España en 2022 y 2023 respectivamente. Además, la menor demanda europea recortará el avance de las exportaciones y, por tanto, de la actividad de la economía española.

Pese a todas estas señales de alarma, BBVA cree que la economía española está mejor preparada que en periodos recesivos anteriores. La deuda de familias y empresas se ha reducido con intensidad en los últimos años, y actualmente está en niveles similares a los del resto de países de la eurozona. Adicionalmente, el sector privado ha acumulado activos que pueden ayudar a suavizar el impacto de una mayor carga financiera. Más vulnerable puede ser la situación del sector público, con “umbrales de endeudamiento elevados”. Aún así, el banco avisa de que no hay que perder de vista la “notable desaceleración” prevista para 2023 por la escasez de algunas materias primas, su incremento de precio y la reciente traslación que se ha observado de este aumento en los costes de producción hacia la inflación.