Vivienda
Esto es todo lo que debe saber para desahuciar a un inquilino
Arrendar la vivienda puede conllevar una serie de riesgos como que se causen desperfectos en el inmueble o que no se pague el alquiler
Tener una vivienda vacía supone una pérdida de dinero significativa para los propietarios del inmueble, ya que estos dejan de percibir una rentabilidad e ingresos muy atractivos a la vez que tienen que hacer frente a gastos ineludibles como impuestos o incluso el préstamo hipotecario. Ante esta situación, son muchas las personas que deciden poner su piso en alquiler para compensar de esta forma los pagos continuos.
No obstante, meter un inquilino en el piso también puede traer consigo una serie de riesgos como que este cause desperfectos en el inmueble o incluso no pague la cuota del alquiler de forma reiterada. Todos estos contratiempos pueden ser motivos suficientes para desahuciar al arrendatario y recuperar así el inmueble. Ambas partes deben cumplir con una serie de derechos y deberes por ley, por lo que en el momento en el que alguna de ellas quebrante las obligaciones del contrato, el afectado podrá emprender acciones legales e incluso finalizar el contrato, tal y como lo establece el artículo 27 de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU).
Pese a que el desahucio de inquilinos morosos es el más frecuente, este no es el único, sino que el desalojo y, en definitiva, el contrato podrá llegar a su fin por diferentes motivos:
- Impago de las rentas o suministros.
- La falta de pago del importe de la fianza o de su actualización.
- El subarriendo de la vivienda o la cesión sin permiso del propietario.
- Cuando en la vivienda tengan lugar actividades molestas, insalubres, nocivas, peligrosas o ilícitas.
- La realización de daños causados dolosamente en la finca o de obras no consentidas por el arrendador cuando el consentimiento de éste sea necesario.
- Cuando la vivienda deje de estar destinada de forma primordial a satisfacer la necesidad permanente de vivienda del arrendatario
- Si el inquilino se niega a abandonar la casa después de la fecha de vencimiento del contrato.
¿Cómo desahuciar a un inquilino?
No pagar la cuota del alquiler es un problema al que tienen que hacer frente los propietarios con frecuencia. Por tanto, desde el portal inmobiliario de Fotocasa indican que antes de recurrir a la justicia, lo “más adecuado” será solventar la situación con el inquilino para llegar a un acuerdo.
No obstante, si este impago se mantiene en el tiempo y el inquilino no abona lo que debe, se deberá enviar un burofax en el que se deje constancia de la cuantía pendiente e indicar que en un plazo de diez días deberá subsanar la deuda. Si tras enviar este mensaje, pasa un mes sin que el inquilino conteste ni pague las deudas, la ley entiende que se reafirma en su intención de no realizar el pago. Por tanto, no se podrá evitar el proceso de desahucio, teniendo que abandonar el piso cuando lo dictamine un juez. Una vez que la demanda se admite a trámite, el juzgado establece un plazo de diez días para que el inquilino responda para establecer el juicio, aunque si no responde, este proceso no se celebrará y se procederá directamente al desalojo.
Para conseguir el desalojo del arrendatario y que se admita la demanda a trámite, será necesario que se presente el contrato de alquiler firmado por ambas partes, el burofax enviado al inquilino y el justificante de las deudas contraídas por esta persona.
Sin embargo, el desahucio no será inmediato, sino que para conseguir desalojar a un inquilino se suele tardar una media de entre siete y ocho meses, e incluso prolongarse hasta el año en algunos de los casos.
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