Banca

¿Qué implica aplazar un pago con nuestra tarjeta de crédito?

En España hay en circulación 88 millones de tarjetas, las cuales han ido modificándose tanto en su forma como funcionalidad

Tarjetas de crédito
Tarjetas de créditoElise AmendolaAgencia AP

Con el paso de los años el dinero en efectivo ha ido desapareciendo poco a poco de las carteras de muchos ciudadanos, llegando a ser inexistente en la actualidad. Esto se debe a que otros métodos de pago han logrado imponerse frente al efectivo como las plataformas electrónicas de pago instantáneo o las tarjetas bancarias. Tanto es así, que tan solo en España hay en circulación 88 millones de tarjetas, es decir, casi dos por habitante, lo que deja ver el afán de la utilización de este dinero plástico.

La utilización de este instrumento se ha vuelto un imprescindible para muchas personas, ya que facilitan a sus propietarios llevar a cabo trámites sin salir de casa, les ahorran tiempo y además pueden disponer de efectivo desde cualquier parte del mundo, entre otras utilidades.

A pesar de que su uso no es algo nuevo,las tarjetas han ido sufriendo modificaciones tanto en su forma como funcionalidad, donde el plano digital ha ido ganando relevancia. De esta forma, la tarjeta permite pagar a través del móvil o reloj inteligente si estas están registradas en las aplicaciones de pago de estos dispositivos; y además se pueden activar estas tarjetas virtuales desde la web según se necesite, o incluso hacer pagos online.

Al pagar con una tarjeta de crédito y cuando las compras superan un determinado importe, lo más normal es que ofrezcan a sus propietarios la posibilidad de aplazar el pago en tres o más plazos mensuales, con cargo al límite de crédito que se tenga concedido en dicha tarjeta. Este aplazamiento se podrá plantear después de la compra a través de la web o app; o incluso en el mismo momento de realizar el pago en el comercio.

No obstante, antes de aplazar el pago, el Banco de España recuerda a los propietarios de este dinero plástico que deben tener en cuenta una serie de aspectos:

  • Es una forma de pago distinta a la que se utiliza de forma habitual en la tarjeta -ya sea fin de mes sin intereses o revolving-, por lo que solo afectará a aquellos cargos concretos a los que se aplique.
  • Supone utilizar el límite de crédito que se tenga concedido.
  • Aunque este aplazamiento puede ser gratuito, también puede ser que nos cobren un interés ouna comisión o ambos por hacer uso de este recurso. Estas condiciones deben aparecer en el contrato que se firmó con la entidad bancaria, o en alguna actualización que le haya comunicado al propietario.

“Puede ser muy tentador aplazar el pago, pero recuerda siempre que el aplazamiento genera una deuda que al final tendrás que pagar: no lo autorices con tu PIN o la OTP que te envíen sin conocer claramente las condiciones que se te aplicarán, y pregúntate qué sucede si devuelves el producto que financiaste”, concluyen desde el Banco de España.