Macroeconomía
La economía se estanca lejos de cifras prepandemia y sigue un 1,4% por debajo del nivel que alcanzó en 2019
Apenas creció un 0,2% en el último trimestre de 2022 y la deuda continúa desbocada. España es el tercer país más endeudado de Europa y el quinto con mayor estimación de déficit en 2023, pese a haber crecido un 5,5% en 2022
La economía española creció en 2022 un 5,5%, lo mismo que en 2021, registrando en ambos casos sus mayores tasas desde 1973. Y casi hasta ahí las buenas noticias, pese a haber superado las previsiones más optimistas, que avisaban incluso de una contracción de la economía en el cierre del año. Al final, todo se ha quedado en un frenazo general, tras marcar el PIB un exiguo crecimiento del 0,2% en el último trimestre, confirmando un estancamiento que, aún así, ha alejado el fantasma de la recesión en el inicio del año 2023.
Según el avance de la Contabilidad Nacional publicado ayer por el INE, la economía española encadenó en 2022 su segundo crecimiento anual consecutivo, con idéntico impulso del 5,5% que registró en 2021, superando en 1,1 puntos la previsión del Gobierno (4,4%). Sin embargo, el comportamiento de este crecimiento fue completamente distinto en los dos últimos ejercicios. Mientras en 2021 –el año de recuperación tras la pandemia– la economía creció de forma lineal y ascendente, en 2022 ha ido perdiendo fuelle con el paso de los meses, y al dinamismo del primer semestre ha seguido el estancamiento del segundo, marcado por el enquistamiento de la guerra en Ucrania y sus efectos sobre la economía europea, los precios de la energía y la inflación. Por ello, la actividad económica prácticamente se ha congelado en los dos últimos trimestres, en los que apenas ha avanzado un 0,1% y un 0,2%, respectivamente.
También puede verse este parón en términos interanuales, ya que la variación del PIB entre octubre y diciembre fue del 2,7%, tasa inferior a la del trimestre anterior, en el que se registró un 4,8% (2,1 puntos menos), con una contribución de la demanda nacional a este crecimiento de 0,6 puntos, 1,6 puntos inferior, en tanto que la demanda externa contribuyó con 2,1 puntos, una décima menos. Con los datos del cuarto trimestre de 2022, el PIB nacional seguirá 1,4% por debajo del nivel prepandemia, siendo la última de las grandes economías en recuperarse, no antes de 2024, y con una deuda pública que ha aumentado en 9,3 euros por cada euro de PIB.
Como se ve, no es oro todo lo que reluce y si la comparación se hace con el resto de economías europeas, la española sale perdiendo. Lejos todavía del PIB prepandemia y con los mayores desequilibrios fiscales de la UE, España es además el tercer país más endeudado de Europa y el quinto con mayor estimación de déficit en 2023, a pesar de tener ingresos récord, algo que no ha servido para impulsar de verdad el crecimiento. Así, España será el país que tendrá un peor comportamiento de su actividad económica de la UE, apenas un 0,7% en el periodo 2019-2024, en comparación con el 38,5% de Irlanda, el 7,5% de Países Bajos, el 7% de Grecia, el 5,6% de Portugal o el 1,2% de Alemania, según el último informe de Focus Economics, organismo independiente de análisis y pronósticos económicos.
Una realidad que para Daniel Lacalle, economista jefe de Tressis, muestra que «España no es un ejemplo de crecimiento ni de recuperación. Países como Portugal o Grecia se han recuperado más rápido, mejor y con menos tasa de paro –sin maquillarla–. El Gobierno nos ha acostumbrado a vender el estancamiento como un éxito, y no paramos de perder puestos en PIB per cápita y subir en endeudamiento público».
En el mismo sentido, la patronal CEOE estima está muy condicionado «por un significativo efecto residual (carry-over)», sin el que el crecimiento habría cerrado en el 2,6%, como consecuencia de la acumulación de las tasas trimestrales entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2022. Los empresarios observan una «notable contracción» de la demanda interna en el cuarto trimestre, tanto en el consumo privado como en la inversión, lo que refleja «el deterioro de las expectativas de empresas y familias ante el endurecimiento de las condiciones de financiación, la alta inflación y las perspectivas de desaceleración de la economía» en los próximos meses.
No lo ven así desde el Gobierno. La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, se mostró muy satisfecha porque el crecimiento ha superado «las previsiones más optimistas y están muy por encima de la media europea, a pesar del contexto internacional tan complejo al que nos enfrentamos». Desde su Ministerio resaltaron que «la economía ha aguantado bien el impacto de la inflación y de la subida de costes», con un crecimiento del consumo privado y de la inversión superior al 4%, su mayor alza desde el ejercicio 2019. En cambio, el consumo de los hogares, pese a crecer un 4,4% en 2022, desaceleró su ritmo de avance 1,6 puntos respecto a 2021, en tanto que el gasto público se contrajo un 0,9% en el conjunto del año, su mayor retroceso desde 2013. A precios corrientes, el PIB de 2022 se situó en 1,32 billones de euros, un 10,1% más que en 2021, 345.113 millones en el cuarto trimestre.
✕
Accede a tu cuenta para comentar