
Energía
La adicción al carbón no se detiene: se estabiliza en China e India, el 71% del consumo, pero crece en Estados Unidos
La demanda seguirá en récords este año y seguirá fuerte al menos hasta 2027

El planeta no quema hoy menos carbón que nunca. Aunque en Europa estemos empeñados en ello, con un imparable proceso de descarbonización. Lo cierto es que el pasado año se batieron todos los récords y este año la "adicción" seguirá constante.
De hecho, las predicciones apuntan a que la demanda mundial de carbón seguirá en cifras nunca vistas al menos hasta 2027, cuando se podrían rozar los 9.000 millones de toneladas.
Las nuevas proyecciones de demanda de carbón de la Agencia Internacional de la Energía (AIE). indican que permanecerá estable en 2025 y 2026 en torno a los niveles de récord alcanzados en 2024 (8.800 millones de toneladas).
Ese apetito constante supera incluso los vaivenes observados en la primera parte del año en los principales mercados.
Es el caso de China e India, que representan el 71% del consumo global y que registran una menor demanda relacionada con un consumo eléctrico más débil que en 2024 y con un aumento de la generación de energías renovables.
A esto se suma el aumento de importaciones de carbón con mayor grado energético por parte de China e India, lo que hace que se reduzca el volumen de mineral.
Los dos principales importadores de carbón térmico están reduciendo sus compras a Indonesia, el mayor exportador global, y optando por carbón de mayor energía de otras fuentes. Este cambio se produce por la caída de precios del carbón de mayor densidad energética.
Aunque el carbón de alto valor calorífico (VC) es más caro, produce más energía por cada dólar gastado. Un millón de toneladas de carbón de mayor VC pueden sustituir a 1,2-1,3 millones de toneladas o incluso a 1,5 millones de toneladas de Indonesia.
Por el contrario, el uso del carbón aumentó un 10% en Estados Unidos en el primer semestre del año, debido a un crecimiento robusto de la demanda de electricidad y al precio más alto del gas natural.
En la Unión Europea, sin embargo, la demanda de carbón se mantuvo estable.
Esto contrasta con las tendencias de 2024, año en el que el alza del consumo en la India, China, Indonesia y otras economías emergentes llevó a un consumo récord anual de alrededor de 8.800 millones de toneladas, un 1,5 % más que en 2023.
Ese incremento compensó ese año las caídas en los mercados de Europa, Norteamérica y el noreste de Asia.
Pese a las variaciones detectadas en la demanda en la primera mitad de 2025, la AIE considera que los factores estructurales que impulsan el uso del carbón no experimentan cambios significativos y, por ello, predice un leve aumento de la demanda para 2025, seguido de una caída igualmente marginal en 2026.
Eso dejará un nivel de demanda similar al de 2024, en línea con lo que la agencia ya había proyectado en sus informes de proyecciones a futuro de finales de ese año, que ya tenían en cuenta una tendencia a la baja del crecimiento económico global y un importante vuelco en la política estadounidense, que favorecería al carbón, tras el retorno de Donald Trump a la Casa Blanca.
En el conjunto de 2025, la expectativa de la AIE es que la demanda china se contraiga un leve 1%, mientras que el avance en los Estados Unidos será del 7%.
En la Unión Europea habrá un decrecimiento del 2 % en el uso del carbón.
En cuanto a la producción, marcará un nuevo récord en 2025 gracias al impulso de la de China y la India, pero el informe prevé una caída para 2026 debida a los elevados niveles de existencias y a una bajada de los precios que comenzará a afectar al suministro.
"Se prevé que los volúmenes de comercio de carbón, que han aumentado de forma constante en los últimos años, se contraigan en 2025 por primera vez desde la recesión relacionada con la covid-19 de 2020", detalló también la AIE, que espera que el descenso continúe en 2026.
Eso supondría "la primera caída consecutiva en dos años de los volúmenes de comercio mundial de carbón en este siglo", según destacó la AIE.
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