Energía

Autoconsumo en comunidades de vecinos: esto es todo lo que debe saber

Los tejados en nuestro país se han poblado de casi 330.000 instalaciones domésticas

Imagen de una vivienda con placas solares en su tejado
Una vivienda con placas solares en su tejadoJesús G. FeriaLa Razon

Cada vez más ciudadanos apuestan por el autoconsumo energético ante los elevados precios de la electricidad y una mayor preocupación por el medioambiente. La instalación de placas solares no solo se realiza en viviendas unifamiliares para autoabastecerse con la energía procedente del sol, sino que las comunidades de propietarios también recurren a estas placas para reducir el gasto en electricidad. Los tejados en nuestro país se han poblado de casi 330.000 instalaciones domésticas, según datos de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA). Además, en el último año, se ha detectado desde septiembre un incremento del 28% en la demanda de instalaciones en comunidades de vecinos, explica la compañía española de autoconsumo Samara.

"La tipología de vivienda española, con un 65% de los ciudadanos habitando en pisos (el porcentaje más alto de la UE), muy por encima de Alemania (56,4%), Italia (54,9%) y Francia (33,6%), muestra una gran oportunidad de profundizar en la transición energética en este tipo de edificaciones", señala el cofundador de Samara, Manel Pujol.

¿Qué instalaciones se pueden hacer en las comunidades de vecinos?

Que el 65% de la población española viva en pisos ha dificultado su acceso al autoconsumo al carecer de tejado propio. No obstante, existen diferentes tipos de instalaciones en comunidades de vecinos para que se pueda acceder al autoconsumo colectivo:

  • Instalaciones colectivas para repartirse la energía producida entre los vecinos.
  • Instalaciones que cubran el consumo eléctrico del edificio, es decir, las zonas comunes como ascensor, garaje, etc.
  • Instalaciones individuales en las que la energía producida cubra el gasto que realiza el vecino en su propia vivienda, por tanto, será de carácter privativo y no comunitario.
  • Combinaciones de las anteriores. "Siempre que sea posible a nivel logístico y de espacio, se puede realizar una instalación de autoconsumo colectivo para, por ejemplo, dar servicio a los vecinos y también a las zonas comunes", explica la compañía de autoconsumo.

Aprobación comunitaria necesaria

"Es importante mencionar que se han suavizado las condiciones para tener luz verde en comunidades, y, en la actualidad, no hace falta unanimidad para instalar autoconsumo comunitario", sostiene Pujol.

Las normas de aprobación son diferentes según la naturaleza de la instalación que se pretende llevar a cabo. En el caso de instalaciones que cubran zonas comunes es necesario el voto favorable de la mayoría simple de los propietarios, siempre y cuando el coste de la instalación repercutido anualmente –descontadas subvenciones o ayudas públicas– no supere las 12 mensualidades ordinarias de gastos comunes. Además se cuentan como votos a favor los de los propietarios ausentes en junta que han sido informados después de la decisión y no se han opuesto en un plazo de un mes.

En lo que respecta a instalaciones de autoconsumo colectivo, en las que los vecinos se benefician de una única instalación para su consumo, será necesario el voto favorable de un tercio de los integrantes de la comunidad de vecinos. Los gastos de conservación y mantenimiento de esta infraestructura deberán ser soportados por los vecinos participantes de la instalación.

Para instalaciones individuales de uso privativo, también es necesario el voto favorable de un tercio de los integrantes de la comunidad.

"El autoconsumo es cada vez más común en el orden del día de las reuniones y juntas de vecinos, y es que hablamos de ventajas económicas considerables, como un 70% de ahorro respecto a la factura tradicional", asevera Pujol.

Ayudas e incentivos

Durante 2024, todos los españoles que realicen estas instalaciones vecinales podrán optar a diversas ayudas e incentivos:

  • Bonificación del IBI y reducción del ICIO: miles de ayuntamientos españoles aplican este tipo de bonificaciones, que varían en tiempo y cantidad sobre estos impuestos.
  • Deducción del 60% de IRPF por rehabilitación energética del edificio: los edificios completos que hayan reducido el consumo de energía primaria no renovable en un 30% o hayan conseguido una clase energética ''A'' o ''B", obtendrán una deducción del 60% de IRPF al hacer la declaración de la Renta el año que viene.
  • Deducción del 40% de IRPF en viviendas privadas: los propietarios de estos inmuebles podrán conseguir una deducción del 40% a nivel privado cuando la instalación reduce en al menos un 30% el indicador de consumo de energía no renovable o se consigue una mejora de la calificación energética de la vivienda para obtener una clase energética ''A'' o ''B".
  • Otras ayudas regionales: además de incentivos de carácter nacional, existen programas autonómicos que promocionan la transición energética como Ecovivienda en Andalucía o Ecohabitatge en Cataluña. Otras comunidades, como Murcia, optan por una deducción extra del IRPF a la nacional del 10%.