Macroeconomía

BBVA avisa de que los tipos y la inflación seguirán altos un año más y rebaja la previsión de PIB al 1,8% en 2024 por el parón

BBVA Research mantiene su previsión en 2023 en el 2,4% y pronostica una inflación cercana al 4% en 2023 y 2024

Economía.-BBVA Research mantiene su previsión de crecimiento del PIB en 2023 en el 2,4%, pero recorta al 1,8% el de 2024
Economía.-BBVA Research mantiene su previsión de crecimiento del PIB en 2023 en el 2,4%, pero recorta al 1,8% el de 2024Europa Press

La ralentización económica que viene y el nuevo impulso inflación incidirán en la pérdida de empleo y puede abrir la puerta a una recesión si el parón se acentúa. Así lo cree el responsable de Análisis Económico del BBVA Research, Rafael Doménech, que ya en el segundo trimestre de 2023 se aprecia una todavía "ligera" desaceleración de la economía y un debilitamiento "generalizado" en la creación de empleo, que unido al deterioro de algunos indicadores de confianza empresarial alumbran un frenazo en el crecimiento de la economía.

Aunque los expertos de BBVA mantienen su previsión de crecimiento económico para este año en el 2,4%, a tenor de la última revisión al alza llevada a cabo por el INE -del 5,5% hasta el 6,4% en 2021, y del 5,5% al 5,8% en 2022, que compensa el deterioro de la demanda global este año-, el próximo ejercicio ya marca diferencias y lo han revisado tres décimas a la baja, hasta el 1,8%, por dos razones: por la "desaceleración cíclica" de la economía española -que se verá aún más afectada por la transmisión de las subidas de tipos- y por el encarecimiento del petróleo, que puede trasladarse más rápido al resto de precios. En concreto, el informe detalla que por cada 10% de aumento del crudo, el crecimiento del PIB podría resentirse tres décimas.

En el mismo sentido, Doménech también ha advertido del "evidente" frenazo por parte de las grandes economías europeas, especialmente Alemania, por lo que ha advertido de que su impacto incide directamente en el crecimiento de nuestra economía, ya que "cada décima que pierde Europa se refleja directamente en una caída de décima en la economía española". Así, el informe relaciona esta revisión a la baja del crecimiento en 2024 con "el deterioro moderado" de las perspectivas globales "en un entorno de elevada incertidumbre". Los datos negativos que adelantan el mal comportamiento de la actividad son muestra de "un empeoramiento generalizado" por países y sectores.

Por tanto, el menor crecimiento de los principales socios comerciales españoles apunta a que la contribución de la demanda externa durante los próximos trimestres podría continuar siendo negativa. El empeoramiento en las previsiones de crecimiento de la eurozona desde inicios de año estaría restando un 0,3% y un 0,2%, al avance del PIB en España durante 2023 y 2024,

Por tanto, el crecimiento se "moderará" durante los próximos meses y con "un sesgo a la baja" sobre las previsiones, sobre todo en la incidencia sobre la productividad del empleo, que protagonizó una caída "inesperada" en el segundo trimestre, por lo que advierten de que ya han "aflorado problemas de oferta en ciertos sectores", intensificados por los efectos de las subidas de tipos de interés y por la "necesaria" reducción del déficit público, que "restringirán la demanda interna".

El director del BBVA Research, Jorge Sicilia, ha apuntado que en 2024 habrá un cambio de tendencia a la baja porque empieza "otra historia", con un crecimiento "menor", ya que se perciben problemas de oferta en ciertos sectores y la demanda interna se verá restringida por unos tipos de interés elevados, además de que la incertidumbre política "puede aumentar". Eso sí, no cree que el crecimiento se desplome más allá de una desaceleración porque " no es más que eso, una desaceleración cíclica" y "tenemos razones para pensar que España va a mantener un diferencial positivo de crecimiento con respecto a Europa".

A estos temores habría que añadir la incertidumbre de política, que podría aumentar durante los próximos meses, que puede acabar de lastrar la recuperación, aunque en el informe confían en la fortaleza de la posición financiera de hogares y empresas y la normalización prevista de la actividad industrial, el apoyo de los fondos europeos y el aumento en la población en edad de trabajar para compensar el impás político.

Especial preocupación han mostrado en BBVA por la presión inflacionaria, de la que esperan que se quede en el 3,7% en 2023 y descienda una décima (3,6%) en 2024. Creen "difícil" la previsión de que haya una caída hacia niveles cercanos al objetivo del BCE "en ausencia de una reducción significativa del precio del petróleo o de una recesión económica", por lo que prevén que los tipos continúen altos -en el 4,5% para el tipo de interés de refinanciación- al menos hasta finales de 2024.