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Agricultura

Buena cosecha, malos precios

Los agricultores protestan y piden a Planas una ayuda directa para los cereales y control de las importaciones de Ucrania

Fotografía de espigas de trigo JMGarciaEFE

La foto fue la siguiente: abajo, a pie de asfalto, en Atocha, frente a la sede del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, estaban los agricultores cerealistas convocados por ASAJA, COAG y UPA, que se habían concentrado allí para protestar por la situación de este sector y la falta de rentabilidad de sus explotaciones; arriba, en las ventanas de los despachos se encontraban los altos cargos de este departamento, dirigido por el sanchista (ahora habría que decir también «leirista») Luis Planas, contemplando y escuchando de forma displicente, como si la cosa no fuese con ellos, lo que hacían y decían los concentrados, pero nada más, porque no han adoptado medidas para atender las reivindicaciones de los concentrados.

Y es que los precios bajos, el malestar de los agricultores y la buena cosecha en líneas generales, son las tres claves a tener en cuenta cuando ya se han generalizado las siegas de cereales en las zonas más tempranas de Andalucía, Extremadura y Castilla y León, con las máquinas avanzando poco a poco de sur a norte.

Respecto a la producción, los comerciantes esperan que se recojan más de 21 millones de toneladas de grano de otoño-invierno, un incremento del 18% con respecto a la de 2024; desde su asociación dicen que esta cifra se aproximará al resultado de 2020, cuando se llegó a los 22 millones de toneladas y se registró un récord histórico de rendimientos. Estas buenas perspectivas de cosecha en 2025 se deben a una distribución más homogénea de las precipitaciones durante los últimos meses por todo el territorio nacional, lo que se traducirá en mejores producciones en todas las zonas. La de cebada rondará los 10 millones de toneladas y la de trigo blando podría llegar a 7,8 millones. La única excepción se dará en trigo duro, que tendrá un recorte al pasar de 977.000 toneladas el año pasado a 928.413 este año. En el caso de la avena, el centeno y el triticale se registrarán también importantes incrementos. Este es el lado positivo.

En el polo opuesto, el negativo, está la situación de los mercados con precios bajos frente a costes elevados de producción, lo que supone que el resultado de la explotación será negativo un año más. Esta semana ya han aparecido las primeras cotizaciones de mercancía de nueva cosecha en la Lonja de Ebro con sede en Zaragoza para la cebada, que se sitúan entre 191 y 194 euros por tonelada sobre camión, dependiendo del peso específico. En Sevilla, el trigo pienso cotizó a 203 euros mientras que las cebadas lo hicieron entre 190 y 195 euros por tonelada. Es probable que esta semana se fijen más precios en los cereales de la nueva cosecha en diferentes plazas. En líneas generales, están más bajos que hace un año por estas mismas fechas.

Las tres organizaciones agrarias convocantes de la concentración pusieron de manifiesto esta situación de bajos precios y también los elevados costes de producción, por lo que reclaman una ayuda directa por la carestía de los fertilizantes y también han solicitado que se eliminen los aranceles a la importación de fertilizantes con el fin de abaratar los costes. Mientras tanto, la Unión de Uniones ha convocado una concentración el próximo martes ante la sede de la representación de la Comisión Europea en Madrid para denunciar la situación de los cerealistas y especialmente el impacto en este sector de los acuerdos con Ucrania.

En Bruselas continúan los preparativos para la presentación el 16 de julio de las propuestas sobre el Marco Financiero 2028-34 y de la nueva PAC. De ellas dependerá la cantidad de dinero que podrán recibir los agricultores y ganaderos, entre ellos los cerealistas. Una veintena de ministros de Agricultura de la UE, entre ellos España, han enviado una carta a la Comisión para reclamar que la futura PAC mantenga un presupuesto especifico, una dotación financiera suficiente y una estructura en dos pilares. El escrito se ha enviado a los comisarios de Presupuesto y de Agricultura, y lo firman también los titulares de Francia, Portugal, Austria, Bélgica, Italia o Polonia, entre otros.

Los firmantes destacan la importancia de mantener una PAC «autónoma, independiente y estratégica» en la negociación del próximo presupuesto comunitario. Respecto a los dos pilares, el de las ayudas directas es fundamental para proporcionar el apoyo necesario a la renta de los agricultores y ganaderos. El desarrollo rural es imprescindible para mantener la población en el medio rural.