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Industria ferroviaria

CAF y Alstom se enfrentan en México por otro pedido mientras se resuelve su pugna por el "megacontrato" de 3.400 millones de Bélgica

La compañía vasca aspiran a fabricar quince trenes para conectar el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles con la capital y Pachuca

Unidad de uno de los trenes fabricados por CAF La Razón

Pendientes todavía de si, tras las presiones ejercidas por Alstom, el operador público de ferrocarril belga (SNCB) confirma la adjudicación que hizo a CAF de un macropedido de trenes que podría ascender a 3.400 millones de euros, ambos constructores ferroviarios se vuelven a ver las caras en la pugna por otro contrato de grandes dimensiones en México. Ambas compañías son dos de las seis que han mostrado interés por fabricar quince trenes para atender la línea que conectará Ciudad de México con el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y Pachuca, según el acta de presentación de aclaraciones del proyecto, que tiene un presupuesto de 2.400 millones de euros al cambio actual, 140 de los cuales irían destinados a la compra de este material rodante, según los datos de la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario (ARTF).

Junto a la compañías española y la francesa se han postulado para el contrato la japonesa Mitsubishi Electric de México, el gigante chino CRRC Zhuzhou Locomotive, PEA Capital, una empresa especializada en obra civil; y TAQ Sistemas Médicos, una firma no relacionada con la construcción de ferrocarriles.

Los trenes que quiere adquirir el Gobierno mexicano, que resolverá el concurso a finales de agosto, deberán ser compatibles con la tecnología usada en el tren suburbano, pues la ruta contempla el paso por el AIFA para la llegada a Pachuca.

Especificaciones

La velocidad máxima requerida, según las especificaciones de la licitación, es de 130 kilómetros por hora, mientras que la longitud requerida es de cien metros, con la posibilidad de que puedan circular en doble composición -acoplando dos trenes-.

Cada convoy deberá contar con 315 asientos ergonómicos, con una capacidad máxima de más de 700 pasajeros; y sus coches deben asegurar la accesibilidad universal para los pasajeros.

El contrato incluye mantenimiento, equipamiento de talleres y la operación del Sistema Europeo de Gestión del Tráfico Ferroviario (ERTMS), componente clave para modernizar las infraestructuras ferroviarias del país norteamericano.

Según los cálculos de las autoridades mexicanas, los trenes deberán atender una demanda de 100.00 pasajeros diarios.

En principio, la licitación incluye la necesidad de que el fabricante elegido produzca al menos el 55% de los trenes en México, condición que sí cumplen CAF, Alstom y Mitsubishi, pero no así CRRC, el mayor fabricante mundial de material rodante.

El Gobierno de Claudia Sheinbaum ha puesto en marcha un ambicioso plan de modernización y ampliación del ferrocarril mexicano que recoge una inversión cercana a los 60.000 millones de euros y que incluye la construcción de 3.000 nuevos kilómetros de vías.