Tribuna

De capricho a hábito imprescindible: así ha cambiado el delivery nuestra forma de consumir

La comodidad y el ahorro de tiempo que aporta ha consolidado esta modalidad de compra

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Teléfono móvilEuropa Press

En los últimos años, el delivery ha dejado de ser una solución puntual reservada para ocasiones especiales o fines de semana para convertirse en un hábito cada vez más arraigado en el día a día de los españoles. Hoy, pedir comida o hacer la compra a través de plataformas digitales ya no se percibe como un capricho, sino como una práctica habitual que aporta comodidad, ahorra tiempo y se adapta al ritmo de vida actual.

La evolución del sector ha sido notable: lo que comenzó como una forma rápida de recibir comida preparada en casa se ha expandido hacia un abanico mucho más amplio de opciones. Desde menús saludables y platos gourmet, hasta productos de supermercado, artículos de conveniencia o incluso flores y regalos, el delivery está redefiniendo nuestras costumbres alimenticias y de consumo. Y es que el interés por esta forma de adquirir productos no solo se mantiene, sino que sigue aumentando. Tanto es así, que el número de pedidos registrados en Uber Eats creció a doble dígito en 2024 con respecto al año anterior, con ciudades como Madrid y Valencia liderando el incremento de este servicio con cifras por encima de la media nacional. En paralelo, el sur del país se alza como otra región clave que destaca por la fidelidad de sus usuarios.

Los consumidores buscan cada vez más opciones que se ajusten a sus preferencias alimenticias y estilo de vida. Según la última encuesta llevada a cabo por el CIS en 2024, el 46,7% de los españoles asegura que utiliza el servicio de comida a domicilio, con un 11,7% que lo hace una vez a la semana y el 3,5% de una a tres veces por semana. Estos datos reflejan cómo el delivery ha dejado de ser un servicio ocasional para integrarse en la rutina diaria de muchos hogares en nuestro país.

Pero la evolución en el delivery no se limita a la frecuencia, sino también a lo que demandan los usuarios. Si bien, en su origen, el concepto de delivery iba de la mano del de comida rápida, hoy en día muchos consumidores optan por alternativas saludables y gourmet, además de productos de supermercado y conveniencia. Esta diversificación de la oferta ha impulsado a muchas plataformas a colaborar con socios que ofrecen propuestas más amplias, desde menús bajos en calorías hasta opciones veganas o productos frescos y de cercanía.

Además, la flexibilidad y comodidad inherentes al delivery han permitido que se extienda más allá de la comida y la cena, abarcando también el desayuno -cuya demanda aumentó un 30% durante el pasado año-, la merienda e incluso compras rápidas de última hora cuando uno se encuentra la nevera vacía. El consumidor actual valora enormemente la posibilidad de recibir lo que necesita en cualquier momento y lugar, con una experiencia fácil e intuitiva que le permita realizar su compra semanal cómodamente desde casa, optimizando así su tiempo. El desarrollo de la tecnología móvil y la facilidad de uso de las plataformas digitales han simplificado el proceso de compra, mejorando la accesibilidad a la hora de adquirir productos de supermercado a través de servicios como Uber Eats y transformando esta tendencia en una práctica cotidiana para miles y miles de usuarios.

Y esto no ha pasado desapercibido para los actores del retail y la restauración. Desde nuestra experiencia, hemos observado cómo el delivery se ha convertido en un pilar fundamental dentro de las estrategias comerciales de muchos grupos y cadenas de ambos sectores, ganando relevancia como un canal que complementa y refuerza la oferta física de sus establecimientos.

Esta transformación ha redefinido la forma en la que los consumidores acceden a sus productos favoritos y ha abierto nuevas oportunidades para los negocios. Para muchos de ellos, el delivery se ha consolidado como un motor de crecimiento real, permitiéndoles llegar a más clientes sin depender exclusivamente de la capacidad física de sus locales, optimizar sus ingresos en franjas horarias de menor demanda y diversificar su oferta con propuestas diseñadas específicamente para el consumo a domicilio.

En definitiva, pedir a domicilio no es solo una moda, sino una evolución natural de los hábitos de consumo en España impulsada por la búsqueda de la comodidad y el interés por descubrir nuevas experiencias sin salir de casa. Aquellos que han sabido responder a estas expectativas han encontrado en el delivery una herramienta estratégica para seguir creciendo en un entorno cada vez más dinámico y competitivo.

Por Marta López Saavedra, directora de Retail de Uber Eats en España