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Opinión

Control horario digital: una oportunidad para modernizar las pymes

Implementar sistemas avanzados de registro y no meros “fichajes” implica una inversión tecnológica que puede transformar la gestión interna, facilitar la supervisión y garantizar la protección de los derechos laborales.

El registro diario de la jornada laboral es una evolución lógica de cómo las relaciones laborales y económicas se adaptan a la era digita Dreamstime

El Congreso debate hoy el nuevo registro horario digital, en paralelo a la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales sin merma salarial. Más allá de la negociación política, la medida abre una oportunidad histórica para reforzar la transparencia y la eficiencia en el vasto tejido productivo español, donde millones de pymes y autónomos serán protagonistas.

La normativa obligará a abandonar métodos manuales como Excel o documentos en papel. Será esencial contar con sistemas digitales que registren entrada, salida, pausas, tipos de jornada y disponibilidad, con trazabilidad total, inaccesibles para manipulación por parte de la empresa, y accesibles de forma remota a trabajadores, representantes legales e Inspección. Esta accesibilidad remota es crucial en un entorno laboral cada vez más flexible y distribuido.

Además, el Gobierno contempla aprobar esta medida incluso vía real decreto para evitar bloqueos parlamentarios, lo que refleja la urgencia y la importancia estratégica del cambio. El endurecimiento de las sanciones, con multas que pueden alcanzar los 10.000 euros por trabajador, refuerza el mensaje: ya no es una opción, es una obligación inminente.

Esta reforma es mucho más que un trámite legal: es una invitación para que pymes y autónomos adopten herramientas digitales fiables, seguras y competitivas. Implementar sistemas avanzados de registro y no meros “fichajes” implica una inversión tecnológica que puede transformar la gestión interna, facilitar la supervisión y garantizar la protección de los derechos laborales.

No es un fenómeno aislado. Este movimiento encaja con marcos regulatorios más amplios, como VeriFactu, la norma con la que Hacienda impulsará la facturación electrónica inalterable en tiempo real a partir de 2026 para pymes y autónomos. Ambas reformas convergen en la misma dirección: más transparencia y mayor trazabilidad en las operaciones económicas y laborales.

Para una pequeña empresa de 20 empleados, pasar del papel al registro digital no significa solo cumplir con la ley: supone ganar en control, evitar sanciones y proyectar confianza hacia clientes y trabajadores. Hablando de beneficios también podríamos destacar la mayor seguridad y transparencia en la facturación, la simplificación de los trámites contables y fiscales, una disminución de la carga administrativa, la automatización de procesos y la facilitación de la digitalización empresarial.

En definitiva, el registro diario de la jornada laboral es una evolución lógica de cómo las relaciones laborales y económicas se adaptan a la era digital. No es un parche normativo, sino una llamada a estar preparados para un futuro con mayor claridad, eficiencia y un entorno laboral más justo y transparente.

Quienes lo entiendan como una oportunidad, estarán un paso por delante en competitividad y confianza.

Emilio Martínez de la Fuente, Country Manager de TeamSystem España