Energía
La digitalización de ocho millones de contadores de gas elevará el coste por alquiler a cada hogar en 5,52 euros al año
El Gobierno asegura que se verá compensado por el ahorro energético de más de 800 millones, porque permitirá que no haya cambios en la factura
Los contadores de gas tradicionales tienen lo días contados. El Ministerio para la Transición Ecológica ha lanzado a audiencia pública, hasta el próximo 8 de septiembre, el proyecto de orden por la que se aprueba el plan de implantación de contadores inteligentes en la red de gas natural, que prevé la sustitución progresiva de los actuales contadores analógicos hasta 2033, lo que estima que proporcionará un ahorro de más de 800 millones de euros que permitirán que no haya cambios en la factura. Con esta medida, el Gobierno busca así la renovación de un parque de unos ocho millones de contadores analógicos en operación, de los que más del 70% termina su vida útil antes de 2028 y el 82% en 2033.
La sustitución ya estaba recogida en el Plan Más Seguridad Energética (Plan +SE), diseñado durante la fase álgida de la crisis de precios provocada por la guerra en Ucrania, ya que incrementa la protección de los consumidores y aminora el consumo. Además de las ventajas de ahorro, el Ministerio considera que favorecerá el empoderamiento del consumidor con más información sobre sus consumos y que estos nuevos dispositivos facilitarán la penetración de gases renovables y serán compatibles con una red por la que sólo circulen gases renovables, informó el gabinete dirigido por Sara Aagesen.
Más del 90% del parque de contadores está en régimen de alquiler, con un precio regulado para todo el territorio nacional que tiene en cuenta los costes de adquisición, instalación y operación de los equipos. A día de hoy, más del 90% del parque de contadores está en régimen de alquiler, con un precio regulado para todo el territorio nacional que tiene en cuenta los costes de adquisición, instalación y operación de los equipos. Los contadores inteligentes implicarán un aumento del alquiler de 0,46 euros/mes, lo que significa un aumento del coste de 5,52 euros al año. El Ministerio de Transición Ecológica insiste en que una proporción muy importante de esta subida, si no su totalidad, "se verá compensada sólo con la reducción de la demanda que permitirán los nuevos contadores".
En el texto, abierto a alegaciones hasta el próximo 8 de septiembre, se plantea la sustitución progresiva de unos ocho millones de contadores analógicos hasta 2033, lo que, además de reducir el consumo y de emisiones de dióxido de carbono o CO2, proporcionaría un ahorro estimado de unos 800 millones de euros. Casi 600 millones se corresponden con el ahorro de gas, de acuerdo con el precio medio del mercado ibérico Mibgas de 2024, y más de 200 millones a las emisiones evitadas, apunta este viernes el Ministerio en una nota, en la que destaca que "caerán las importaciones de este combustible y se reforzará la autonomía estratégica".
En concreto, el borrador normativo fija un calendario de implantación progresiva de estos nuevos contadores inteligentes para los puntos de suministro con volúmenes de consumo inferior a 50.000 kilovatios hora (kWh) anuales -umbral de la Tarifa de Último Recurso (TUR)- que prevé que antes del 31 de diciembre de 2028 deberá sustituirse al menos un 20% de los contadores analógicos. Dentro de esa progresión, para finales de 2030 deberá estar sustituido al menos un 50% de los contadores analógicos y antes del 31 de diciembre de 2032 al menos un 80% de los contadores analógicos.
Por otro lado, los puntos de suministro con un consumo superior a 50.000 kWh deberán disponer de contador inteligente o equipo de telemedida cinco años después de la entrada en vigor de la orden. Además, a partir del 31 de diciembre de 2035 cada una de las empresas distribuidoras podrá mantener un máximo del 2% de su parque de contadores sin sustituir, siempre por causas ajenas, que deberá justificar.
El Ministerio explicó que el 72% de los contadores domésticos habrá superado su vida útil de 20 años durante los próximos tres años, y el 82% antes de 2033. "Esta situación de obsolescencia propicia afrontar un Plan de sustitución de contadores que proporcione importantes beneficios, desde la citada reducción del consumo y de las emisiones de efecto invernadero, hasta una mejora del servicio que reduzca reclamaciones, pasando por el establecimiento de sistemas de tarificación avanzados o una mayor detección y prevención del fraude", aclaró.
En consecuencia, la propuesta de orden establece los procedimientos y requisitos para desplegar los nuevos contadores inteligentes, como las obligaciones de la empresa distribuidora "habilitará un acceso gratuito, vía web y móvil, a los datos de los consumidores", o las características de los nuevos equipos, tal que disponer de "comunicación bidireccional con el sistema informático de la distribuidora o permitir la desconexión del suministro de forma remota, lo que incrementa la seguridad".
Por otra parte, el Ministerio subrayó que los análisis de coste-beneficio, obligatorios por normativa europea, revelan que la sustitución de contadores reduce el consumo de gas entre un 1,8% y un 5%. Así, aplicando el menor de estos valores a todo el parque español -en 2021 había 7,9 millones de contadores-, resulta un ahorro anual de 1,2 teravatios hora (TWh) de gas, asociado a la emisión de 242.000 toneladas de CO2, más otras 1.100 toneladas por los menores desplazamiento de los empleados de las empresas distribuidoras para la medición manual de los contadores analógicos actuales.
La propuesta de orden establece los procedimientos y requisitos para desplegar los nuevos contadores inteligentes, como las obligaciones de la empresa distribuidora -habilitará un acceso gratuito, vía web y móvil, a los datos de los consumidores-, o las características de los nuevos equipos, tal que disponer de comunicación bidireccional con el sistema informático de la distribuidora o permitir la desconexión del suministro de forma remota, lo que incrementa la seguridad.
Adicionalmente, los nuevos contadores facilitarán esa penetración de gases renovables -inicialmente soportarán una mezcla del 10% de hidrógeno, que podrá reforzarse más adelante-, y serán compatibles con el biometano y los gases sintéticos, de modo que permitirán avanzar por la senda de la descarbonización.