
45 líneas
Sin efectivo no se come
Es importante conservar el papel moneda frente al quienes propugnan prescindir del mismo

El pasado lunes nos dimos cuenta de que por mucho iPhone ultramoderno que tengamos, si se va la luz y con ella el internet, no podemos pagar nada ni con el teléfono ni con tarjetas. O se tiene dinero en efectivo, o no hay nada que hacer. De ahí la importancia de conservar el papel moneda frente al quienes propugnan prescindir de él.
Suecia se iba a convertir en el primer país del mundo en suprimir los pagos en cash, pero al final tuvieron que dar marcha atrás por oposición ciudadana. Pese a que el Estado sueco fue también pionero en la creación del primer billete, en este país nórdico ya casi nadie usa papel moneda para sus compras u otro tipo de transacciones, siendo el porcentaje de ciudadanos que aún lo emplea inferior al diez por ciento.
En el resto del mundo vamos por el mismo camino. En China casi todas las operaciones de pago son ya digitales, ni siquiera con tarjeta, sino a través del WeChat (el WhatsApp de ellos). De ahí que la idea de una moneda electrónica sea cada vez más real. Pero sería un error suprimir los billetes para entregarnos sólo al dinero digital. Como en el caso de la energía, el mix siempre es ventajoso. O sea, lo que de toda la vida se ha venido llamando «no poner todos los huevos en la misma cesta».
La moneda digital es cómoda, pero esclaviza, al hacernos dependientes de gobiernos y bancos, además de ser vulnerable a ciberataques y apagones. Ha quedado claro que en caso de "blackout", sin efectivo no se come.
✕
Accede a tu cuenta para comentar