Construcción

España acuerda una lluvia de inversiones con países del Golfo

La Razón
La RazónLa Razón

Los países de la UE son los principales socios comerciales de España. En los últimos años, y quizás como consecuencia de los efectos de la crisis, España ha tratado de diversificar los destinos de sus exportaciones para no concentrar riesgos en una sola región. Una de las zonas donde más énfasis ha puesto el Gobierno ha sido del Golfo Pérsico, consciente de que sus países tienen capacidad para financiar las necesidades económicas de algunas de las principales economías desarrolladas, pero son deficitarios en infraestructuras.

La semana pasada, una delegación empresarial española, encabezada por el secretario de Estado de Comercio, visitó cuatro países del Golfo para reforzar las excelentes relaciones comerciales que existen en la actualidad. Según ha podido saber LA RAZÓN, los representantes españoles se han traído el compromiso de las autoridades de Kuwait, Qatar, Emiratos Árabes Unidos y Omán de reforzar sus inversiones en España y abrir sus puertas a las empresas españolas de cara a la Expo de Dubái 2020 y el Mundial de Fútbol de Qatar en 2022.

En una conversación telefónica que LA RAZÓN mantuvo con Jaime García-Legaz durante su estancia en Mascate, capital de Omán, el secretario de Estado de Comercio aseguró que «estos países no sólo no se están planteando una reducción de sus inversiones en España como consecuencia de la fuerte caída que ha experimentado el precio del petróleo, sino todo lo contrario». En Omán, la delegación española recibió la buena noticia de la adjudicación a empresas españolas de dos contratos por 400 millones para la construcción de una planta de desalinización de agua y otra de depuración.

En abril, la Compañía Española de Financiación del Desarrollo (Cofides) y el fondo soberano omaní State General Reserve Fund firmaron un acuerdo para la creación de una bolsa de 200 millones que estará a disposición de las empresas españolas que contemplen planes de proyección internacional y presencia en el sultanato. Omanoil, la petrolera estatal, tuvo el 5% de Enagas, que vendió por 314 millones de euros, el doble de lo que le costó,en mayo. En la actualidad mantiene el 10% de CLH, que compró en 2013 a Repsol, Cepsa y BP.

En el viaje, García-Legaz se entrevistó con los máximos responsables de los fondos soberanos de estos países, que son los encargados de invertir los excedentes obtenidos con las exportaciones del petróleo y gas. El secretario de Estado de Comercio se reunió en Abu Dhabi con los representantes de ADIA (Abu Dabi Investment Authority), un fondo creado en 1976 que canaliza según algunas estimaciones inversiones por un valor cercano a los 900.000 millones de dólares , de los que entre el 20 por ciento y el 30 por ciento tienen como destino Europa.

Durante su segunda escala en la gira, se vio con los directivos de QIA (Qatar Investment Authority). Creada en 2000, los expertos estiman que maneja alrededor de 200.000 millones de dólares en inversiones, tanto activos financieros como en activos empresariales e inmobiliarios. QIA tiene parte de su dinero invertido en empresas como Volkswagen, Shell, Siemens, Vinci o Glencore. En España, es el accionista internacional de referencia de Iberdrola, y tiene parte del capital de Banco Santander Brasil. QIA es también el segundo máximo accionista de Inmobiliaria Colonial, donde cuenta con el 13,3% de las acciones, y un 10% del capital de IAG (el grupo resultante de la fusión entre British Airways, Iberia, Vueling y Aer Lingus).

Kuwait

En Kuwait, las entrevistas se centraron en KIA (Kuwait Investment Authority), el fondo de inversión soberano más antiguo del mundo. KIA volvió a apostar por España, tras su salida en los años noventa, el pasado año, cuando con el fondo australiano Macquarie se hizo con los activos de la eléctrica alemana E.On en España y Portugal por 2.500 millones.

Según sañaló Jaime García-Legaz a LA RAZÓN, los fondos soberanos de los cuatro países que ha visitado «están muy satisfechos con la marcha de sus inversiones en España porque son muy rentables». En sus conversaciones con el secretario de Estado de Comercio le aseguraron «que la economía española va muy bien y sus inversiones son muy rentables», algo que no sucede con las efectuadas en otros países de Europa, de donde sí han empezado a plantearse su salida.