Economía

España lidera la pobreza infantil en la Unión Europea con un 29,2% de menores afectados

El sistema de ayudas español apenas reduce la pobreza infantil en 1–2 puntos, frente a hasta 8 puntos en el norte de Europa, según Funcas

Murcia, Andalucía y Canarias, comunidades con más riesgo de pobreza infantil
Murcia, Andalucía y Canarias, comunidades con más riesgo de pobreza infantillarazonArchivo

España registra la tasa más alta de pobreza infantil de toda la Unión Europea, con un 29,2% de menores afectados, frente al 19,3% de media comunitaria. Así lo revela el estudio La pobreza infantil en España: evolución reciente y políticas, editado por Funcas, que califica la situación como "muy preocupante", especialmente teniendo en cuenta que el país ocupa una posición media-alta en renta per cápita dentro de la UE.

Según el informe, elaborado por los economistas Miguel Ángel Malo y Fernando Pinto, la distancia con respecto al promedio europeo no solo persiste, sino que ha aumentado en los dos últimos años: de 9,5 puntos porcentuales en 2023 a 9,9 en 2024. Mientras tanto, la pobreza total de la población española se redujo, situándose en el 19,7% frente al 16,2% de la media europea.

El estudio también destaca que el riesgo de pobreza o exclusión social entre los menores de 18 años alcanza el 34,6%, frente al 24,2% del promedio europeo, y que la brecha generacional en España es una de las más acusadas de Europa: la tasa de pobreza infantil supera en más de diez puntos la de los adultos.

Entre las causas, Funcas apunta a la ineficacia del sistema de prestaciones sociales dirigidas a la infancia, cuya cobertura y cuantía son limitadas en comparación con otros países europeos. El sistema de impuestos y transferencias solo logra reducir la pobreza infantil en 1–2 puntos porcentuales, mientras que en los países nórdicos o centroeuropeos el impacto oscila entre 4 y 8 puntos.

Otro factor determinante es el déficit estructural de vivienda social. En España, apenas el 2% del parque residencial está destinado a vivienda protegida o subvencionada, frente a un promedio del 7% en la UE y hasta un 25% en países del norte. Esta carencia obliga a muchas familias con hijos a destinar una parte excesiva de sus ingresos al alquiler, lo que reduce su renta disponible y agrava el riesgo de pobreza.

El informe también advierte de que el nivel educativo de los padres no protege tanto en España como en otros países: incluso entre los hijos de progenitores con estudios superiores, la tasa de pobreza infantil se sitúa en el 18,9%, frente al 11% de la media europea. Además, el mercado laboral español, marcado por la temporalidad, la parcialidad involuntaria y los bajos salarios, actúa como un factor estructural de riesgo. Los hogares sin adultos empleados presentan un incremento de hasta 34 puntos en la probabilidad de pobreza infantil.

Los autores subrayan que la pobreza infantil no solo refleja problemas presentes, sino que condiciona el futuro, al aumentar el riesgo de pobreza en la vida adulta. Por ello, proponen repensar las políticas públicas dirigidas a la infancia, combinando mejoras educativas, incentivos al empleo estable, refuerzo de las prestaciones por hijo a cargo y una ampliación del parque de vivienda asequible.

"No basta con invertir más: es necesario invertir mejor", concluyen Malo y Pinto. "Solo un enfoque integral podrá romper la transmisión intergeneracional de la pobreza infantil en España".

Evolución de la pobreza
Evolución de la pobrezaT. NietoLA RAZÓN