Macroeconomía

España, el país de la UE con menor crecimiento de renta per cápita de los hogares en los últimos 20 años

Mientras en la UE creció un 22% de media, los hogares españoles se quedaron en la mitad (11%). Solo Italia y Grecia tuvieron crecimiento negativo

Las banderas son un símbolo que refleja el sentimiento nacional de cada país, tal como puede ser el himno o un escudo, como es el caso de España
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El cohete económico de España y las cifras macro de las que el Gobierno se siente tan orgulloso no terminan de materializarse en las economías domésticas. Y los datos de organismos oficiales y privados así lo ratifican. El último en hacerlo ha sido el centro estadístico de la Unión Europea, Eurostat, que ha confirmado que España es el Estado miembro con el menor crecimiento de la renta real per cápita de los hogares de los últimos 20 años completos –entre 2004 y 2024–, con un aumento del 11%, mientras que la media comunitaria se sitúa en el doble (22%). Tras España, se situaron Austria (14%), Bélgica (15%) y Luxemburgo (17%), mientras que los únicos países del club comunitario en los que se anotaron retrocesos fueron Grecia (-5%) e Italia (-4%). En el lado contrario, los mayores incrementos tuvieron lugar en Rumanía (134% más), Lituania (95%), Polonia (91%) y Malta (90%).

En el conjunto de la UE, el ingreso per cápita de los hogares creció de forma constante entre 2004 y 2008, pero se estancó entre 2008 y 2011 debido a la crisis financiera mundial –conocida como la Gran Recesión– y disminuyó en 2012 y 2013. Desde entonces, los ingresos reanudaron el crecimiento constante hasta el año 2020, cuando se desplomaron por el impacto de la pandemia. A partir de 2021, los ingresos experimentaron un gran repunte, pero en 2022 y 2023 este crecimiento se vio ralentizado, para retomar un leve impulso de nuevo en 2024.

En cuanto a la renta bruta disponible ajustada de los hogares de la UE, Luxemburgo alcanzó el nivel más alto de renta, un 40% por encima de la media de la UE, seguido de Alemania (25%), Austria (16,0%) y los Países Bajos (15,9%). En cambio, hubo ocho países de la UE (Letonia, Grecia, Estonia, Eslovaquia, Rumanía, Croacia, Hungría y Polonia) en los que el nivel medio fue más del 20% inferior a la media, obteniendo el nivel más bajo Letonia (32,9% por debajo).

Durante la última década, Alemania, aunque sigue liderando este ranking, ha experimentado una pérdida constante de ventaja relativa; Francia ha seguido registrando niveles de ingresos superiores a la media de la eurozona, pero con una progresión relativamente más lenta. Por el contrario, Italia ha caído gradualmente por debajo de la media de la UE, y España, aunque muestra un aumento moderado en los últimos años, sigue manteniéndose por debajo de la zona de corte, lo que significa que la renta de la mayoría de los hogares de otros países de la UE ha crecido más rápidamente.

La composición de la renta familiar siguió mostrando marcadas diferencias entre los países de la UE. La remuneración de los empleados por sí sola representa la mayor parte de la renta bruta disponible ajustada para todos los países. Para Islandia alcanzó el 77,2%, el valor más alto entre todos los países, seguido de Letonia (75,6%) y Estonia (73,3%). En Italia, la remuneración de los trabajadores (52,6%) es inferior a la de muchos países occidentales y septentrionales de la UE, mientras que la proporción de excedentes brutos de explotación e ingresos mixtos es relativamente elevada (29%). En similar situación se encuentra España, cuya remuneración salarial se sitúa en el 64,2%, mientras que los ingresos mixtos están en el 21,4%.

En cuanto a la tasa de ahorro de los hogares -el ahorro bruto de los hogares dividido por la renta bruta disponible-, esta alcanzó el 14,5% en 2024, mientras que la tasa de la zona del euro fue más elevada, del 15,2%. Alemania alcanzó la tasa más alta entre estas cuatro grandes economías. Alcanzó su máximo del 23,2% en 2020, pero ha caído gradualmente hasta el 20%. Francia siguió el mismo camino que Alemania, con su pico en 20% en 2020. Italia y España se mantuvieron sistemáticamente por debajo de la media de la UE, aunque los hogares españoles registraron niveles más bajos que los italianos, excepto en 2023 y 2024. Ambos países experimentaron fuertes aumentos en 2020, lo que refleja el impacto de la pandemia en el consumo, aunque la tendencia de España fue más volátil, con un salto de nueve puntos en 2020 hasta el 17,6% y un descenso posterior, pero en 2024 su tasa de ahorro del 12,7% era casi el doble del nivel registrado antes de la pandemia.

Funcas ya advirtió de que los hogares españoles no han recuperado, en términos medios, la capacidad económica real que tenían en 2008, ya que los pagos por de IRPF han crecido más que su renta desde ese año, pero la renta disponible –calculada como la renta bruta menos el IRPF y las cotizaciones sociales– continúa sin recuperar el nivel alcanzado antes de la Gran Recesión. La culpa la tiene el desfase provocado por la denominada "progresividad en frío", al no ajustar el Gobierno los tramos del IRPF con la inflación, por lo que la subida salarial "desaparece por una mayor presión fiscal y unos mayores precios, que reducen su capacidad económica".

Según los cálculos realizados por Funcas con datos de la Agencia Tributaria, esta falta de ajuste del IRPF a la inflación ha permitido incrementar la recaudación de las arcas públicas en 16.800 millones de euros entre 2021 y 2024 gracias a que el índice de la carga media real de IRPF soportada por los hogares –que en el año 2008 estaba situada en el valor 100–, en 2024 alcanzó el 114,4, mientras que el índice de la renta neta media real apenas alcanzó 95,7. Es decir, que "los hogares tienen una renta neta real inferior a la que tenían en 2008 y, además, en términos reales, pagan más IRPF que antes de la crisis financiera".

La falta de indexación a la inflación del periodo postpandemia ayuda a explicar una parte sustancial de la diferencia entre los índices de renta neta e IRPF de 2024. Funcas advierte de que la inflación no solo ha afectado a la renta de los hogares a través del IRPF, sino también por el IVA, que supuso un sobrecoste de 75,7 euros por hogar en 2021, 195,2 euros en 2022, 98,6 euros en 2023 y 69,2 euros en 2024, para un total de 438 euros extra para las familias.