Esta es la única forma en la que podría bajar el precio del aceite de oliva

El aceite de oliva, más conocido como oro líquido, lo es más que nunca, ya que el coste de este producto no para de subir sin encontrar techo. Tanto es así, que su precio se ha incrementado un 38,8% en el último año, mientras que en el caso del virgen extra, la subida supera el 227%, según datos del INE. Asimismo, en el último mes y medio el coste del aceite de oliva se ha disparado un 15,4%, lo que ha provocado que el precio medio pase de los 8,16 euros a los 9,42 euros, e incluso que en algunas marcas ya se sitúe por encima de los 12 euros, tal y como denuncia la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

El aumento del coste del aceite en todas sus variedades se debe a una "importante" reducción de la cosecha por el impacto de la sequía, ya que ha caído alrededor del 55%, asegura el actual ministro de Agricultura, Luis Planas. Además añade que esta situación tiene que afrontarse con "realismo pero sin dramatismo", ya que se trata de un cultivo con alternancia en el volumen de las cosechas.

En este sentido, Planas señala que "no había solución política o administrativa" para afrontar el momento de altos precios y se encomendaba a las precipitaciones. "Si ahora empezara a llover intensamente cuatro semanas, automáticamente los precios caerían en picado", apuntaba. Además, remarca que este temporal "sería una excelente noticia para la siguiente campaña", ya que "el aceite de oliva está presente y debe seguir presente en la dieta de las familias españolas".

Por su parte, el representante de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores de Jaén (Asaja), Luis Carlos Valero asegura que el aceite de oliva puede rozar "precios históricos" porque "no hay cosecha" debido a las sequías. Tanto es así, que el año pasado se recogieron en torno a 600.000 toneladas de aceituna, la mitad que una cosecha promedio. Por tanto, Valero puso la esperanza en que si las lluvias "empiezan pronto" la aceituna "va a madurar mucho mejor y va a coger más calibre". "Las pequeñas diferencias entre la campaña pasada y esta pueden estimar ahí", indicó.

Además, Planas confía en que la cosecha de la próxima campaña sea mejor que la actual, para así poder fijar unos precios más asequibles para los consumidores. Por ello, en lo que respecta al precio de este producto, asegura que "lo razonable sería tener un precio que retribuya justamente a los olivareros y a la industria, pero que también sea asequible para las familias”. Por último, ha lamentado que el precio de este producto básico se encuentre “por encima de las capacidades adquisitivas de la familia media española”.