Las familias recuperan la senda del ahorro, pero las empresas reducen sus depósitos en 24.200 millones este año

La capacidad de ahorro de las familias españolas vuelve a coger impulso tras meses de caída por la ralentización de economía a partir del último trimestre de 2022, la presión inflacionaria -por la necesidad de los hogares deban afrontar más gastos con menos poder adquisitivo-, y el nuevo impulso de las inversiones particulares -que buscan mayor rentabilidad ante el retraso en la remuneración de los depósitos-. Según las estadísticas publicadas este lunes por el Banco de España, los depósitos familiares aumentaron en abril en 500 millones de euros, cambiando la tendencia de los dos meses anteriores en los que se quedaron por el camino 18.000 millones, tras la salida de los 13.000 millones que mermaron en enero y los 5.000 millones que lo hicieron en febrero. Este primer avance anual puede deberse a las primeras ofertas de remuneración de los depósitos por parte de algunas entidades, a través de cuentas nómina o por la apuesta de las fintechs y los bancos extranjeros por el pasivo.

En los tres primeros meses del año, el saldo de estos depósitos de los hogares se había reducido en 21.500 millones de euros por culpa de la subida de precios, sobre todo por el incremento del coste de la cesta de la compra, en abril el volumen total aumentó hasta los 983.300 millones, apenas un avance del 0,05% mensual. Si lo que se mira es el acumulado del año -de enero a abril-, el saldo continúa siendo negativo, tras caer un 2,1%, lo que supone la citada caída de 21.500 millones. En tasa interanual, tras la rebaja sufrida en lo que va de año, el volumen total de depósitos se elevó un 0,11% respecto a abril de 2023, lo que supone 1.100 millones de euros más. Por tanto, los depósitos de las familias volvieron a terreno positivo tras tres meses de caídas y después de que en diciembre de 2022 superaran el billón de euros por primera vez desde que hay registros.

En sentido contrario, los depósitos bancarios de las empresas sufrieron una importante merma, con una caída en abril que contrasta con el ascenso de marzo, al reducirse en 7.000 millones de euros entre marzo y abril de este año, un 2,3% menos, dejando el total en 293.600 millones. Si la comparativa se hace a nivel interanual, los depósitos empresariales también descendieron en un 2,6%, y restarían otros 800 millones más. Si lo que se tiene en cuenta es el acumulado desde principios de año, la retirada se eleva a 24.200 millones, respecto a hace un año, los depósitos de las empresas han caído un 2,59 %.

En términos globales, los depósitos bancarios de residentes y no residentes en España -los correspondientes a hogares, empresas, administraciones públicas, seguros y fondos de pensiones u otras instituciones- totalizaron en abril 1,63 billones, lo que representa 12.800 millones menos que en marzo y 42.500 millones menos que en abril de 2022.