Fondo de emergencia
Fondo de emergencia: por qué deberías tenerlo con el estado actual del mundo
Ante la dificultad para ahorrar de más de un tercio de los españoles, el Banco de España lanza una recomendación clave: crear un colchón financiero para no endeudarse por un imprevisto
La clave para que un fondo de emergencia cumpla su función no reside tanto en su cuantía como en su accesibilidad. El Banco de España es tajante al respecto: este capital debe estar depositado en una cuenta bancaria con disponibilidad inmediata y total, completamente al margen de la que se utiliza para los gastos cotidianos. Esta separación física y contable es fundamental para no caer en la tentación de usarlo para caprichos o desembolsos que, en realidad, no son urgentes. De hecho, entender por qué se gasta más dinero del que se debería tiene una base científica y es clave para reforzar la disciplina financiera necesaria.
De hecho, esta exigencia de liquidez absoluta lleva al supervisor a desaconsejar de forma explícita cualquier producto de inversión que imponga penalizaciones por su retirada anticipada. Un depósito a plazo fijo, por ejemplo, anularía el propósito de este colchón financiero, ya que cancelar el contrato antes de tiempo suele implicar la pérdida de los intereses acumulados. Cualquier barrera, por pequeña que sea, que dificulte el acceso al dinero en un momento de necesidad desvirtúa por completo la herramienta.
En este sentido, este dinero de rápido acceso constituye lo que los expertos denominan un "fondo de emergencia". Se trata de un colchón de seguridad financiera diseñado para hacer frente a contingencias económicas sin tener que recurrir a préstamos, una herramienta para evitar el sobreendeudamiento familiar que explica por qué un 36 % de los españoles no consigue ahorrar de manera regular. La clave es calibrar la cantidad necesaria para este fondo, tal y como han publicado en Economía Digital.
La cifra correcta para dormir tranquilo
Por ello, una vez garantizada la liquidez, el siguiente paso es determinar el importe adecuado. La recomendación general del Banco de España sitúa la cantidad idónea en una horquilla que permita cubrir entre tres y seis meses de los gastos fijos y recurrentes de una familia. Este capital aportaría la tranquilidad necesaria para afrontar una avería grave del coche, una derrama inesperada o cualquier otro revés sin poner en jaque la estabilidad del hogar.
No obstante, esta cifra es solo una orientación. El importe exacto debe ajustarse a las circunstancias personales, ya que no afronta los mismos riesgos un trabajador con contrato indefinido y sin cargas familiares que un autónomo con varios hijos a su cargo. El nivel de ingresos, la estabilidad laboral o el número de personas que dependen económicamente de uno son factores determinantes para fijar una cantidad realista y suficiente.
Asimismo, aunque el objetivo principal de este fondo no es generar ganancias, es posible buscar fórmulas que ofrezcan una rentabilidad mínima para combatir la erosión de la inflación. La condición ineludible, en cualquier caso, es que la opción elegida no comprometa la liquidez del capital, que debe seguir siendo la prioridad absoluta de esta herramienta de previsión y ahorro.