Bolsa
El Ibex 35 cae con fuerza lastrado por la banca y la incertidumbre internacional
El índice ha cerrado con un descenso superior al 2%, penalizado por la aversión generalizada al riesgo
Las bolsas registraron fuertes caídas ante el temor de que se esté gestando una nueva burbuja, a medida que aumentan las dudas sobre las elevadas valoraciones de las compañías de inteligencia artificial. Las expectativas de un recorte de tipos por parte de la Reserva Federal se han reducido y los inversores esperan con cautela los resultados de Nvidia, después de que se conociera que varios grandes accionistas han realizado ventas significativas.
El Ibex 35 no ha escapado a esta volatilidad y ha cerrado con un descenso superior al 2%, penalizado por la aversión generalizada al riesgo que ha arrastrado a prácticamente todos los valores del índice. El foco ha estado especialmente en el sector bancario, cuyas acciones han retrocedido más de un 2%, con Santander cayendo cerca del 4%. La banca ha sido la más castigada de la jornada debido a que sus múltiplos cotizan claramente por encima de la media histórica —más de un 24% sobre la mediana de los últimos nueve años—, lo que, unido a su naturaleza cíclica, la hace especialmente sensible a los cambios de sentimiento del mercado.
Amadeus también ha sufrido un duro correctivo, dejándose más de un 5% y convirtiéndose en el peor valor del selectivo. La compañía ha recibido un recorte de valoración por parte de una firma de análisis y se ha visto afectada por su elevada exposición a Estados Unidos, país que junto a Canadá representó el 20% de sus reservas en los nueve primeros meses del año. El empeoramiento del sentimiento del consumidor estadounidense podría traducirse en una reducción del gasto en turismo. IAG, igualmente expuesta a Norteamérica, ha perdido más de un 3%.
Los valores defensivos, como las utilities, también han cerrado en negativo, aunque con descensos más moderados.
En Wall Street ha dominado el pesimismo. El Nasdaq acumula una caída superior al 5% en lo que va de noviembre, encadenando lo que podría convertirse en su primer mes en negativo desde marzo, cuando los aranceles anunciados por Donald Trump generaron una fuerte corrección. Las conocidas “siete magníficas” tecnológicas retroceden casi un 4,5% en el mes, con solo Alphabet en positivo. Por su parte, el S&P 500 ha cerrado por debajo de su media móvil de 50 sesiones por primera vez en 139 días, rompiendo así el segundo periodo más prolongado de este siglo por encima de dicha referencia. Si este patrón coincide con un deterioro persistente de la amplitud de mercado —con más valores marcando mínimos a corto plazo— podrían producirse nuevas ventas. Aun así, los fundamentales a largo plazo siguen siendo sólidos gracias a los resultados empresariales y a la expectativa de estímulos.
En cuanto a compañías concretas, Home Depot ha recortado su previsión de beneficios anuales, advirtiendo de que parte de los consumidores está aplazando compras de productos para el hogar de mayor valor. El aviso ha sido interpretado como otra señal de debilidad en la economía estadounidense.
La próxima decisión de la Reserva Federal, prevista para diciembre, sigue generando incertidumbre: el mercado está prácticamente dividido al 50% entre quienes esperan un recorte y quienes anticipan que los tipos se mantendrán. Hace un mes, un recorte parecía casi asegurado. Los tipos altos suelen perjudicar a las compañías de crecimiento rápido y, en general, a los activos de riesgo, incluidas las criptomonedas.
En este contexto, Bitcoin llegó a caer momentáneamente por debajo de los 90.000 dólares, su nivel más bajo en siete meses. Aunque la volatilidad es habitual, esta vez destaca la rapidez con la que se ha evaporado la confianza del mercado y la ausencia de un desencadenante claro, más allá del apalancamiento y la fragilidad estructural del ecosistema. No obstante, con el fin del cierre de gobierno en EE. UU. y la expectativa de nuevos estímulos fiscales y monetarios, es posible que la liquidez vuelva a ampliarse en los próximos meses.
En resumen, los activos financieros atraviesan un momento delicado, presionados por las dudas en torno a Nvidia y la falta de nueva liquidez, aunque la situación podría cambiar tan pronto como mañana.
Manuel Pinto
Analista de mercados