Navarra

La CEOE pide al Gobierno que los despidos de 2014 estén libres de impuestos

La CEOE pide al Gobierno que los despidos de 2014 estén libres de impuestos
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La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ha pedido al Gobierno que introduzca una enmienda en la reforma fiscal para que las indemnizaciones por los despidos de la segunda mitad de 2014 estén exentas de tributación en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Además, la patronal propone cambios en las fórmulas de pago del impuesto y abre la posibilidad a que el abono de las retenciones se puedan dividir en varios años. De salir adelante, sería el segundo cambio en menos de tres meses en una de las medidas más polémicas de la norma «estrella» del Gobierno.

Seis meses más tarde

La recomendación de la patronal, según ha podido saber LA RAZÓN de fuentes cercanas al Ejecutivo, establece que la obligación de incluir el capital percibido por el cese de la relación laboral en la declaración de la renta debería afectar sólo a aquellos trabajadores que fuesen despedidos a partir de enero de 2015. De esta forma, la aplicación de la medida se retrasaría seis meses y «salvaría» a los empleados despedidos durante la segunda mitad de este ejercicio, en concreto desde el 20 de junio.

Según el anteproyecto de la reforma fiscal, anunciado el 23 de junio, las indemnizaciones por despido superiores a los 2.000 euros por año trabajado debían tributar al tipo marginal correspondiente del IRPF. La norma obligaba a los empleados que hubieran perdido su empleo a partir del pasado 20 de junio, y que no cumplieran los requisitos de exención anteriores, a pagar impuestos por el capital de su despido en la declaración de 2014.

En julio, el Ministerio de Hacienda dio marcha atrás en sus pretensiones y elevó el mínimo exento hasta los 180.000 euros, en línea con el modelo foral de Navarra. Además, abrió la posibilidad de aplicar una reducción a la base imponible (de hasta el 30%) al tratarse de rentas percibidas de forma irregular en el tiempo durante más de dos años. Con este cambio, consensuado con los agentes sociales, el Gobierno calmó parte de las críticas al proyecto de reforma.

El plazo para introducir enmiendas en la nueva normativa tributaria se cumple mañana, martes 23 de septiembre, pero el Ejecutivo no descarta ampliarlo hasta el viernes tras rechazar los «vetos» a la totalidad de los grupos de izquierdas y mientras estudia propuestas como la de CEOE.

No obstante, fuentes cercanas al Ministerio de Hacienda descartan que la norma que salga de la tramitación parlamentaria sea muy distinta a la que contiene el proyecto del Gobierno. Contendrá, eso sí, algunas modificaciones de «carácter técnico», cambios que no perturbarán la filosofía de «bajar los impuestos» con la que el Ejecutivo espera afianzar a los votantes del PP en las próximas elecciones.

La reforma fiscal, que se aplicará en dos años, contempla como piezas principales la rebaja en el IRPF de todos los contribuyentes y una reducción del tipo general de Sociedades al 25%. El Gobierno descarta, de momento, subir el IVA.