Opinión

Más dinero para la reserva agrícola

Una parte de esos fondos ya se ha utilizado y ahora quedarían 330 millones para usar

En la imagen, varias banderas de la UE | Fuente: GUILLAUME PERIGOIS/UIMP
En la imagen, varias banderas de la UE | Fuente: GUILLAUME PERIGOIS/UIMPGUILLAUME PERIGOIS/UIMPGUILLAUME PERIGOIS/UIMP

Arañando en el presupuesto comunitario, la Comisión Europea ha encontrado algo más de dinero para la reserva agrícola, lo que supone en principio una buena noticia para España. Este instrumento, el de la reserva agrícola, que se creó en la última reforma de la PAC, contaba para este año con 450 millones de euros, a los que ahora habrá que añadir 80 millones adicionales hasta llegar a los 530. Una parte de esos fondos ya se ha utilizado y ahora quedarían 330 millones para usar entre aquellos Estados miembros que no se han beneficiado de la reserva y que han presentado peticiones por diversos motivos. Es el caso de España, que en unión de Portugal e Italia ha solicitado a la Comisión Europea fondos para hacer frente a los daños provocados por la grave sequía que azota el campo de nuestro país. Se supone que, si hay más dinero, hay también más posibilidades de que llegue una cantidad más elevada desde Bruselas. En principio, la decisión al respecto podría adoptarse a lo largo de esta semana, según el propio comisario.

En el Ministerio de Agricultura cuentan con que habrá fondos de Bruselas, aunque ahora la pelea está en saber cuánto. Mientras tanto, las espadas continúan en alto en lo que respecta a la propuesta de la Comisión sobre restauración de la naturaleza. La semana pasada, en la Comisión de Medio Ambiente se rechazó, a pesar del empate registrado en la votación, una enmienda a la totalidad de la citada norma. No dio tiempo a votar las numerosas enmiendas parciales que se habían presentado y que se han dejado para finales de mes.

Después de su paso por esta comisión el asunto llegará al pleno del Parlamento Europeo. De momento, está semana el Consejo de Ministros de Medio Ambiente debatirá esta misma propuesta, que ha generado un importante rechazo en el sector agrario de la UE debido a que su aplicación se traduciría en un aumento de las exigencias de carácter medioambiental para los agricultores y ganaderos a la hora de producir. Forma parte del Pacto Verde europeo, uno de los asuntos que pasará a engrosar las tareas prioritarias del Gobierno que salga de las próximas elecciones generales del 23 de julio.