Elecciones

Las medidas económicas estrella de Daniel Noboa, el nuevo presidente de Ecuador

El mandato de Noboa concluirá a principios de 2025, por lo que le queda año y medio para que sus reformas tengan un impacto perceptible

QUI01. QUITO (ECUADOR) 13/10/2023.-. El candidato Daniel Noboa participa en un debate, el 02 de octubre de 2023, en Quito (Ecuador). Noboa que puede convertirse este domingo en el presidente más joven de la historia de Ecuador y alcanzar el sueño que por cinco veces se le resistió a su padre, Álvaro Noboa, una de las personas más ricas del país gracias a su emporio bananero. EFE/José Jácome
Daniel Noboa, el próximo presidente de EcuadorJosé JácomeAgencia EFE

Daniel Noboa será el próximo presidente de Ecuador. Con 35 años, Noboa se convertirá en la persona más joven de la historia del país en ocupar la presidencia. Es hijo de la mayor fortuna de Ecuador, Álvaro Noboa, y un político que muchos medios de comunicación han descrito como pro-mercado. Y, ciertamente, su programa económico es mucho más amigable hacia la empresa de lo que lo habría sido su rival correísta. De entrada, Noboa defiende mantener la dolarización del país: una medida adoptada hace 23 años, que ha conseguido estabilizar el nivel de precios interno y que cuenta con el respaldo del 90% de la población. Para reforzar la dolarización, el nuevo presidente aboga por consolidar el equilibrio presupuestario e incrementar las reservas del banco central.

Sin embargo, la dolarización por sí sola no es garantía de crecimiento, algo ausente en Ecuador durante los últimos años. De ahí que Noboa apueste, de manera genérica, por una amplia agenda reformista que atraiga importantes flujos de inversión extranjera y permita incrementar la productividad y el empleo dentro de la economía ecuatoriana. ¿En qué consiste esa amplia agenda? Primero, en aumentar la seguridad y la previsibilidad jurídica para que los inversores extranjeros no tengan miedo de colocar sus capitales en Ecuador. Segundo, en reducir la carga burocrática que sufren las empresas. Tercero, en bajar los impuestos para incentivar la atracción de capital extranjero. En cuarto lugar, en el fomento del crédito. Y por último, en ampliar y mejorar, con capital público y privado, las infraestructuras. Es un programa coherente y razonable que, de aplicarse sostenidamente, contribuiría a elevar los estándares de vida de la población. Sin embargo, hay dos problemas. El primero es la enorme y creciente delincuencia de Ecuador: si no se le pone freno, será difícil atraer inversiones. El segundo es el tiempo: las elecciones han tenido un carácter extraordinario debido a la dimisión de Guillermo Lasso, de modo que el mandato de Noboa concluirá cuando hubiese concluido a principios de 2025. Apenas le queda, por tanto, año y medio. ¿Podrá hacer algo relevante durante ese tiempo? Dudoso: para que sus reformas tengan un impacto perceptible deberían transcurrir como poco entre 10 y 15 años.