Reducción jornada laboral

El país que aprobó la jornada laboral de cuatro días hace más de un lustro: ¿podría España tomar ejemplo?

Tras la reducción de la jornada laboral aprobada en el Consejo de Ministros se plantea el debate sobre la posibilidad de trabajar cuatro días a la semana en vez de los cinco estipulados

El país que aprobó la jornada laboral de cuatro días hace más de un lustro: ¿podría España tomar ejemplo?
El país que aprobó la jornada laboral de cuatro días hace más de un lustro: ¿podría España tomar ejemplo?La Razón

El mundo laboral actualmente en España está sujeto a un continuo cambio. Ayer mismo, con la aprobación en el Consejo de Ministros de la propuesta dereducción de la jornada de las cuarenta horas implantas a las 37,5 horas que se buscan conseguir, se evidenció una vez más la veracidad de esta afirmación. Aunque, durante años la constante seguida por las instituciones era reacia a la permuta de las condiciones de trabajo, todo apunta a que la ejecución de esta variación horaria sentará un precedente único en el Estatuto de los Trabajadores y su naturaleza primera.

El plan a futuro del gobierno de España es reducir paulatinamente esta cifra con el objeto de mejorar tanto la productividad de los trabajadores como la calidad de su descanso. Expertos aseguran que un balance adecuado entre estas dos materias supone claros avances para el empleador y con vistas al empleado. Por tanto, ante esta tesis, las autoridades buscan adaptarse al mundo moderno para favorecer a todos los miembros que intervienen en el mundo laboral. En este sentido, algunos países sirven de ejemplo para los más jóvenes en concepto de horas trabajadas.

El país que cuenta con una jornada laboral de cuatro días

Es necesario recalcar que hoy en día, algunos empleos que han surgido por el devenir tecnológico no requieren la misma capacidad de tiempo que otros puestos más tradicionales. Es por eso que, algunas naciones han decidido reducir su jornada laboral respecto a los días que se operan por semana, tal y como legisla su constitución. Este es el caso de Islandia que en 2015 que se llevó a cabo un periodo de prueba que involucró a más de 2.500 trabajadores. Lejos de generar cierto rechazo en la sociedad fue un rotundo éxito entre los jóvenes, obteniendo un 86% en favor de este sector.

Finalmente se aprobó este modelo de manera oficial en 2019, y los islandeses cuentan desde entonces con una jornada laboral de 36 horas dividas en cuatro días a la semana. Los investigadores han demostrado que, a pesar de lo que pudiera parecer en un primer instante, este cambio significativo motiva la productividad del usuario llevándole a ejecutar una mejor gestión de sus funciones laborales.

De Islandia a Corea: buscan implantar seis días laborables

En la contraparte, si giramos el globo terráqueo nos encontramos con el caso de Corea del Sur. Esta nación se encuentra actualmente sumido en una profunda crisis, en consecuencia de sus problemas de natalidad, y, en este sentido, muchas empresas abogan por aumentar los días laborales de sus trabajadores. Tal es el caso de corporaciones como Samsung y Hyundai.

En la actualidad, Corea cuenta con un máximo legal de 52 horas semanales de las que 40 horas son ordinarias y 12 extraordinarias. Pero las críticas no han tardado en llegar. Incluso se ha llegado a plantear en el parlamento un modelo similar al de Islandia. Sin duda son tiempo inciertos para los ciudadanos que, al final del día, son los que sufren las consecuencias de sus mandamases.

¿España podría seguir el modelo de Islandia?

La realidad es que en nuestro país esta serie de cambios requieren unos procedimientos largos y detallados, por lo que, en un primer análisis, esta opción quedaría descartada a corto plazo. Por el contrario, durante los últimos años el gobierno de España ha demostrado seguir una postura europeísta en todas y cada una de sus decisiones. De esta suerte, para que se implantara de manera oficial este cambio radical, primero se debería normalizar en las principales potencias de la Unión Europea.

Una vez se produzca esta alternativa, la llegada de los cuatro días laborables se presentaría como una opción más cercana, aunque estamos hablando de años, muchos años, y, aún así, todo dependería de las capacidades de las empresas españolas y el momento exacto del mercado. Lo que queda claro de manera inamovible es que sin esta pequeña variante común sería prácticamente imposible.