Opinión

Planas, el ministro de Agricultura que más protestas ha cosechado desde principios de los ochenta

Toca ya que Pedro Sánchez se ponga manos a la obra y coja el toro por los cuernos, si quiere encarrilar la situación del campo español

El ministro de agricultura , Luis Planas, sufre un mareo durante la sesión del control al gobierno en el pleno del Congreso de los Diputados. © Alberto R. Roldán / Diario La Razón. 21 02 2024
El ministro de agricultura , Luis Planas, sufrió un mareo ayer durante la sesión del control al Gobierno en el plenoAlberto R. RoldánFotógrafos

Viendo las imágenes de ayer, con los tractores por las calles de Madrid y de otras ciudades, y las que vienen sucediéndose desde el 30 de enero, cuando se registraron las primeras tractoradas «espontáneas» en Zamora, que luego se han multiplicado por toda España, con mucha más incidencia de la esperada, algunos pensarán que el problema es de hace poco tiempo. Y no es así. Luis Planas tiene el dudoso honor de ser el ministro de Agricultura que más protestas, y más importantes, ha cosechado desde principios de la década de los ochenta del siglo pasado.

Hay que recordar que hace ahora cuatro años ya tuvo lugar una importante oleada de movilizaciones, la más significativa de este siglo hasta la actual, que se terminó por la llegada de la pandemia. Una gran parte de lo que prometió entonces no se ha plasmado en la realidad y el cabreo y el enfado ha ido aumentando a lo largo de estos años. A eso se ha unido la nueva PAC diseñada en Bruselas, y en cada uno de los Estados miembros, y el efecto contagio de lo que ha sucedido en los otros países vecinos como Francia, Alemania e Italia.

Ahora este ya no es solamente un problema de Luis Planas, que ha demostrado que no está a la altura de las circunstancias y que ya no vale ponerse de perfil permanentemente y jugar a la intoxicación, sino que se trata de un asunto que toca de lleno a una gran parte del Gobierno y especialmente a su presidente, Pedro Sánchez, que hasta el momento no ha movido un solo dedo, por lo menos públicamente. De las medidas que ha presentado Planas, y que no han satisfecho a los agricultores y ganaderos, una parte son de su competencia, pero hay otro grupo que son responsabilidad de varios departamentos, desde Hacienda a Trabajo, pasando por la siempre omnipresente Teresa Ribera, la jefa en propia definición de Luis Planas.

Superado como anda este último por los acontecimientos, toca ya que Pedro Sánchez se ponga manos a la obra y coja el toro por los cuernos, si quiere encarrilar la situación. De lo contrario esta amenaza con enquistarse, con los peligros de todo tipo que eso supone, incluidos los de orden público. Hacen falta ya medidas concretas y muy claras.