Vivienda
¿Se puede vivir en Europa con 1.000 euros al mes? Sí, estos 3 países son más baratos que España
Los países occidentales suelen ser más caros, mientras que en el este del Viejo Continente son en general mucho más asequibles
El coste de vida no ha dejado de aumentar no solo en España, sino también en Europa. Entre 2015 y 2023, los precios de la vivienda en la Unión Europea casi se duplicaron, a la vez que los precios de la energía o de los alimentos también han registrado aumentos. Toda esta situación ha hecho que la preocupación por la crisis del coste de la vida no ha dejado de crecer: el 93% de la ciudadanía europea asegura estar muy inquieta por cómo podrá afrontar esta situación, según Eures.
No obstante, el coste de la vida varía de forma notable dentro de la Unión Europea. Los países de Europa occidental, como Francia o Noruega, suelen ser más caros debido a la fortaleza de sus economías; mientras que destinos como Hungría o Bulgaria resultan en general mucho más asequibles.
De acuerdo con una comparativa publicada por Esquire, hay tres países europeos en los que dos personas pueden vivir mejor que en España con menos de 1.000 euros al mes sin renunciar a una buena calidad de vida. Estos destinos destacan por alquileres económicos, buena conexión a Internet y precios asequibles en alimentación, ocio y transporte.
Estos son los países europeos donde vivir cuesta menos que en España
Para quienes buscan mudarse a Europa sin que la economía sea un obstáculo, hay destinos que demuestran que vivir bien no siempre implica gastar más. Polonia, por ejemplo, se ha convertido en una opción muy atractiva dentro de la UE: ciudades como Cracovia o Breslavia mezclan patrimonio histórico, vida cultural y oportunidades laborales, con alquileres que difícilmente superan los 400 o 500 euros. Y si se apuesta por ciudades medias como Kielce o Łódź, es posible encontrar pisos céntricos por unos 250 euros. A ello se suma que salir a comer, moverse por la ciudad o disfrutar del ocio cuesta bastante menos que en la mayoría de capitales europeas.
Montenegro, por su parte, conquista por su naturaleza y su tranquilidad. Aunque no forma parte de la UE, utiliza el euro y ofrece un coste de vida bajo. En localidades costeras como Bar o Budva, dos personas pueden compartir vivienda por menos de 350 euros al mes. Además, gran parte de sus planes son gratuitos o al aire libre: playas, rutas de montaña y paisajes a pie de calle.
El tercer destino destacado es Rumanía, un país que todavía no está en el radar de muchos y, sin embargo, ofrece una buena relación entre calidad de vida y costes. Bucarest combina servicios modernos con precios moderados, mientras que ciudades como Brașov o Sibiu permiten vivir en entornos tranquilos gastando mucho menos que en España. De hecho, dos personas pueden cubrir todos sus gastos por alrededor de 800 euros mensuales, una cifra impensable en la mayoría de ciudades españolas.