Construcción
SAALG o los ingenieros geólogos que hicieron evolucionar digitalmente a la construcción con Daarwin
La startup cuenta con el respaldo de firmas como Acciona entre su accionariado y prevé alcanzar la rentabilidad en 2026
SAALG Geomechanics es una startup española que desarrolla y comercializa su software de análisis Daarwin para la industria de la construcción. Hace unas semanas anunciaron su última ronda de financiación, de 3,65 millones de euros liderada por ACCIONA y la Comisión Europea para escalar el despliegue de su tecnología y democratizar el uso de big data e inteligencia artificial en el sector de la construcción.
Cómo nace SAALG
Dos ingenieros de geólogos, Cristian de Santos, CEO, e Ignasi Aliguer, CTO, fundan de SAALG Geomechanics al terminar sus estudios de doctorado de la universidad, porque “nos dimos cuenta que mucha tecnología que se desarrolla en la Universidad tiene aplicación en la industria, pero nunca acaba llegando, acaba quedando como artículos científicos”.
Tras capitalizar el paro, montan su empresa y se dedican a mostrar su prototipo a las grandes constructoras españolas, las ingenierías, y a los propietarios de infraestructuras “con el objetivo de analizar datos que hay en las grandes obras para predecir el comportamiento del terreno y así poder optimizar los procesos constructivos y los diseños de los grandes proyectos de infraestructura”, explican, añadiendo que ninguno de los dos “somos desarrolladores de formación, sino que ha sido por necesidad”. Tanto es así que reconocen que lo que mostraban a estas grandes empresas era “una ventana negra con letras verdes” desarrollado en Fortrain. Preguntados por qué eligen ese lenguaje frente a otros más modernos como Python o R, explican que, además de ser el que vieron durante su etapa universitaria se sigue usando mucho en su sector. “Muchos software de análisis de cálculo de ingeniería para resolver sistemas de unidades estructurales está basados en Fortrain todavía”.
Y es que el sector de la construcción es, después del agrícola, el que menos digitalizado está según un informe de McKinsey. “Es de las menos digitalizadas y de las menos eficientes”, reconocen estos emprendedores, que relatan que “seguimos construyendo prácticamente como hace más de 50 años. Sí, las excavadoras son mayores, pero el proceso es un plano en papel”.
Doctores sin plan de negocio
Aunque ambos ingenieros aseguran que siempre tuvieron el gusanillo de emprender, reconocen que no tenían ni idea de cómo lidiar con este mundo y que no tenían ni siquiera un plan de negocio. Contar con un Business Angels fue clave para arrancar la startup, iniciar un programa de transferencia tecnológico y recibir una primera inversión.
Uno de los momentos clave llega a finales de 2017 cuando se cruzó por el camino el venture Cemex, la principal cementera mexicana, que vio que la solución podría impactar en la industria.
Esto permitió al equipo hacer evolucionar su herramienta Daarwin para que pudiera ser un software como servicio, ofrecido a través de una página web, confiando en AWS para montar el sistema. Las sucesivas rondas de inversión que han cosechado (muchas de ellas lideradas por grandes compañías de ingenierías multinacionales) están facilitando esta evolución del producto y de la propia empresa.
Entre el accionariado de SAALG se encuentran firmas como Acciona, como la multinacional Mott MacDonald )consultora global de ingeniería, gestión y desarrollo con presencia en 140 países); Cemex, cementera líder a nivel global; o recientemente, ACCIONA, una de las mayores empresas de infraestructuras españolas que opera a nivel internacional en más de 40 países.
Acciona entra en SAALG
La última de ellas (de 3,65 millones de euros) ha propiciado la entrada de Acciona a través de su programa de innovación. Sin embargo, aseguran que, al menos de momento, tienen que seguir muy encima de cada proyecto para verificar que el uso y gestión de los datos es correcto para obtener el potencial que permite la herramienta.
SAALG asegura que desde 2021 ya están en varios proyectos (reconocen que algunos pagados y otros no) y que su presencia es internacional (Reino Unido, Francia, Dinamarca, Japón, Singapur además de España). Reconocen que aún no son rentables, pero que desde 2017 han ido doblando en ventas.
Con esta ronda SAALG quiere además potenciar su internacionalización. “De manera proactiva estamos trabajando mucho Reino Unido, Francia, Alemania, España, países nórdicos así como Singapur, Hong Kong o Japón. Y estamos empezando también, gracias a Acciona, a mirar mucho a Australia y Estados Unidos” en lo que es construcción de infraestructura. En proyectos de minería, SAALG trabaja más en países de América Latina y sur de África.
Además, se han acogido a los planes EIC Accelerator de la Unión Europea, por lo que tienen un plan de negocio “muy ambicioso” a seis años vista, en el que en 2026 ya sean rentables. Actualmente son 19 personas a tiempo completo (9 de ellas mujeres) más una persona en prácticas y esperan cubrir 3 nuevas vacantes antes de septiembre.
Emprender en piedra
Los fundadores de esta startup aseguran que, al ser el sector de la construcción uno de los menos digitalizados, esto les ha permitido ser pioneros en este sector y su emprendimiento, tanto para lo bueno como para lo malo. “Hemos sido la primera experiencia inversora de varias empresas. ¿Esto qué quiere decir? Que aprende contigo. Quiere decir que hay cosas en las que, posiblemente, son más laxas. Para ellas no es puramente una inversión financiera que, por supuesto, tiene que ser finalmente viable, sino más una inversión estratégica”, exponen. Algo que, reconocen, hace que para ellos todo el proceso sea “más sencillo”. Por el contrario, las puertas a los fondos de inversión clásicos están más cerradas al no contar con métricas de negocio.
Eso sí, aseguran que los planes de sostenibilidad de las empresas están soplando a su favor. “En muchas obras se exige por contrato reducir el volumen de material utilizado o la circularidad del proyecto”, explican. “Gracias a nuestra tecnología en el 90% de los encargos se pueden eliminar elementos estructurales o reducir las emisiones”. Algo que, aseguran, acaba convenciendo a los clientes.
Un ejemplo: en una excavación subterránea de un proyecto ferroviario, gracias a Daarwin pudieron evaluar el ahorro de la ejecución de la obra, con la eliminación de un determinado nivel de puntales, lo que les generó 350.000 euros de ahorro.
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