Salarios
La subida de los salarios en la eurozona frena su escalada en el cuarto trimestre de 2023
La subida promedio de los salarios negociados en la zona euro se situó en el 4,47% el año pasado, frente al 2,92% de 2022
La subida de los salarios negociados en la zona euro alcanzó el 4,46% interanual en el cuarto trimestre de 2023, lo que supone una desaceleración respecto del alza récord del 4,69% en el tercer trimestre del año pasado, según reflejan los datos publicados por el Banco Central Europeo (BCE).
A pesar de que la subida en el cuarto trimestre de los salarios negociados es la segunda mayor de toda la serie histórica, que se remonta a finales de 2005, supone la primera desaceleración en los incrementos salariales desde mediados de 2022, coincidiendo con el arranque del ciclo de subidas de tipos del BCE.
En cifras anuales no corregidas estacionalmente, la subida promedio de los salarios negociados en la zona euro se situó en el 4,47% el año pasado, frente al 2,92% de 2022, el mayor incremento de la serie, que comienza en 2006.
Durante su intervención ante el Parlamento Europeo la semana pasada, Christine Lagarde señaló que el crecimiento de los salarios sigue siendo fuerte y será un impulsor cada vez más importante de la dinámica de la inflación en los próximos trimestres, aunque reconoció que los datos sugieren cierta estabilización en el último trimestre de 2023, por lo que las presiones salariales para 2024 dependerán del resultado de las rondas de negociación en curso.
"En general, los datos más recientes confirman el proceso de desinflación en curso y se espera que nos lleven gradualmente hacia abajo a lo largo de 2024", indicó la presidenta del BCE, subrayando que la entidad no quiere correr el riesgo de que se revierta (el proceso), "lo que sería un desperdicio de todo lo que hemos hecho y nos llevaría a tener que tomar aún más medidas". "Necesitamos tener más confianza", resumió.
En esta línea, el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, defendía recientemente que, si bien la inflación va por buen camino, el BCE debe vigilar de cerca los factores de riesgo en juego, incluyendo unas presiones salariales que siguen siendo elevadas.
De este modo, para el exministro español de Economía, el BCE "no debe adelantarse", ya que "pasará algún tiempo" antes de que el BCE disponga de la información necesaria para confirmar que la inflación está regresando de manera sostenible al objetivo del 2%.
"La disminución del crecimiento de los salarios negociados confirma las expectativas de que el crecimiento salarial ya no se está acelerando. Pero es demasiado pequeño para abrir la puerta a un recorte de tipos del BCE en marzo", ha señalado Bert Colijn, economista senior para la zona euro de ING Research.
Asimismo, el experto ha destacado que, si bien el crecimiento de los salarios nominales disminuyó, de trata del primer trimestre de crecimiento de los salarios reales, descontando el impacto de la inflación, desde el inicio de la crisis energética en la eurozona.
De este modo, ha advertido que el aumento de los salarios nominales eleva las presiones de costes para las empresas y si la recuperación del poder adquisitivo conduce a un consumo continuo, esto podría resultar en un retorno más lento de lo esperado al objetivo de inflación del 2% para el BCE, que rebajará los tipos en 75 puntos básicos a los largo del año.
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