Pensión de jubilación
El único caso en que te podrás jubilar a los 63 años y cobrar toda la pensión en 2026
La Seguridad Social mantiene una vía de jubilación anticipada sin penalización para quienes alcancen un mínimo de años cotizados
En 2026, la edad de jubilación en España continuará su ascenso progresivo, con el objetivo de alcanzar los 67 años en 2027 para quienes no hayan acumulado una carrera laboral suficientemente larga.
Sin embargo, existe una excepción que permite retirarse a los 63 años cobrando el 100 % de la pensión.
Este supuesto es el único que permite acceder a la jubilación anticipada sin coeficientes reductores, siempre y cuando se haga de forma voluntaria y se cumplan estrictamente los requisitos establecidos por la ley.
Edad ordinaria de jubilación en 2026
A partir del 1 de enero de 2026, la edad ordinaria para jubilarse en España seguirá dependiendo del número de años cotizados a la Seguridad Social.
Esto forma parte de un proceso gradual de aumento de la edad de jubilación que comenzó en 2013, con el objetivo de adaptarse al envejecimiento de la población y garantizar la sostenibilidad del sistema público de pensiones.
Según la normativa vigente, en 2026 habrá dos escenarios posibles para acceder a la pensión de jubilación sin sufrir penalizaciones:
Por un lado, las personas que hayan cotizado al menos 38 años y 3 meses podrán jubilarse a los 65 años y acceder así al 100 % de la pensión correspondiente.
Por otro lado, quienes no alcancen ese mínimo de cotización deberán esperar hasta los 66 años y 10 meses para tener derecho a la pensión completa, sin recortes.
Este sistema escalonado se aplica de forma progresiva desde hace más de una década y culminará en 2027, cuando se establezca que la edad legal de jubilación será 67 años para todas aquellas personas que no hayan alcanzado el periodo mínimo de cotización exigido.
En la práctica, esto significa que cuantos más años hayas trabajado y cotizado a lo largo de tu vida laboral, antes podrás jubilarte sin penalizaciones.
Cómo jubilarse a los 63 sin perder dinero
La jubilación anticipada voluntaria permite retirarse hasta 24 meses antes de la edad legal, pero normalmente implica una penalización económica. No obstante, hay una excepción, si el trabajador ha cotizado 38 años y 3 meses o más, puede jubilarse a los 63 años sin sufrir recortes en su pensión.
Además, deberá estar dado de alta en la Seguridad Social o en una situación asimilada al alta en el momento de solicitar la jubilación. Este caso representa la única vía legal para adelantar la jubilación dos años y cobrar el 100 % de la pensión en 2026.
Otras opciones de jubilación anticipada
Además del acceso a la jubilación ordinaria, el sistema español contempla distintas formas de jubilación anticipada, aunque todas ellas implican reducciones en la cuantía de la pensión.
Por ejemplo, aquellas personas que deseen retirarse voluntariamente antes de la edad legal y no hayan alcanzado los 38 años y 3 meses de cotización, podrán hacerlo a partir de los 64 años y 10 meses, aunque con la correspondiente penalización económica aplicable a su pensión.
Por otro lado, existe la posibilidad de jubilarse de forma anticipada por causas involuntarias, como despidos o reestructuraciones empresariales. En estos casos, si el trabajador ha cotizado más de 38 años y 3 meses, podrá acceder a la jubilación a partir de los 61 años. En cambio, si no se alcanza ese mínimo cotizado, la edad de acceso se retrasa hasta los 62 años y 10 meses.
En todas estas modalidades, se aplican coeficientes reductoresque disminuyen el importe de la pensión en función de los meses de anticipación respecto a la edad ordinaria de jubilación, lo que puede suponer una diferencia económica significativa a lo largo del tiempo.
Más incentivos si se retrasa la jubilación
Las personas que decidan seguir trabajando después de alcanzar la edad legal de jubilación pueden acceder a una serie de bonificaciones económicas previstas por la ley.
En concreto, por cada año completo trabajado más allá de la edad ordinaria, la pensión se incrementa en un 4 % adicional, lo que supone un incentivo directo al retraso voluntario de la jubilación.
Además, existen bonificaciones semestrales acumulables, y en algunos casos, el trabajador puede optar por recibir un pago único compensatorio en lugar de ese incremento porcentual.
Estas medidas tienen como objetivo fomentar la prolongación de la vida laboral y contribuir a la sostenibilidad del sistema público de pensiones, al tiempo que recompensan a quienes deciden permanecer más tiempo en activo.