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Los Veintisiete enfrían el apoyo a Calviño en el BEI: "No estamos en el punto de elegir"

Bélgica retrasa la decisión al menos hasta octubre; Francia pone distancia: "Ninguno de los candidatos tiene todas las habilidades necesarias"; y Alemania asegura que no decidirá hasta saber "hacia dónde debe ir el BEI"

Nadia Calviño tendrá que esperar al menos hasta octubre para saber si va a presidir el Banco Europeo de Inversiones (BEI). Su intención era que al menos se clarificaran sus verdaderas posibilidades en el la reunión informal de ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea que se celebra en Santiago de Compostela pero, finalmente, los Veintisiete abordarán la cuestión sólo en "un punto de información informal", sin inclusión en el orden del día oficial y vaya a anunciarse el nombre del candidato favorito.

Bélgica, que preside ha asumido la presidencia de la Junta de Gobernadores del BEI, ha decidido pisar el freno y esperar, de momento, a que se clarifiquen las posturas de cada uno de los 27 accionistas de la entidad bancaria. Calviño necesitaría al menos 18 de estos votos, el 70% de la representación y el apoyo de dos de los tres votos más importantes, los de Alemania, Francia e Italia, ya que la participación de cada Estado miembro en el capital del Banco está en función de su peso económico en la UE. Por tanto, no todos los votos tienen el mismo valor. A más peso, mayor capacidad de decisión. El apoyo italiano queda descartado porque ha presentado su propio candidato y, por tanto, el éxito de la vicepresidenta económica española pasa por convencer a Berlín y París para asegurar el puesto.

De momento, Calviño ha restado importancia a que no haya conseguido su objetivo de aprovechar Santiago para hacer el ansiado anuncio de su presidencia -ni siquiera ha conseguido que se incluyera en la agenda oficial- y ha optado por evitar protagonismo con un lacónico "no me parecería adecuado sobre la elección y las diferentes candidaturas" al ejercer como anfitriona y presidenta de las reuniones. Además, también ha preferido mostrarse cauta con sus posibilidades, tras asegurar que "dado el calibre de los competidores y de las personas que se están presentando para el puesto, creo que no podemos dar nunca nada por sentado".

Hasta el momento, España solo ha logrado el apoyo oficial de Portugal. Para confirmar el enfriamiento con el resto de países, el ministro belga de Finanzas, Vicent Van Peteghem, sólo ha confirmado que se limitará a informar a los ministros de Finanzas sobre el estado las consultas que desde el pasado viernes -cuando se abrió formalmente el proceso de elección- han tenido lugar y descartó "rotundamente" que la nominación vaya a producirse en Santiago. "No creo que haya que forzar (...). Creo que no estamos todavía en ese punto", dijo a su llegada al encuentro, por lo que se confirma que la decisión no se tomará al menos hasta octubre, en la siguiente reunión del Ecofin, aunque el plazo podría estirarse incluso hasta final de año, que es cuando finaliza el periodo de presidencia de Werner Hoyer.

De momento, los ministros más importantes en esta decisión guardan sus cartas y ponen distancia con las dos candidatas principales: Nadia Calviño y Margrethe Vestager. A su llegada a Santiago, tanto Alemania como Francia han puesto tierra de por medio para evitar pronunciarse. "Hay varios candidatos bien calificados, entre ellos Calviño, claro", dijo el ministro alemán de Finanzas, Christian Lindner, pero confirmó que no se tomará una decisión hasta que los Veintisiete tengamos "una imagen clara de a dónde debe ir el BEI", al que reclamó "más agilidad en su toma de decisiones".

Mucho más contundente, el titular francés de Finanzas, Bruno Le Maire, consideró lanzó un pequeño dardo en su primera declaración en España y aseguró que "ninguno de los candidatos tiene todas las habilidades necesarias", para confirmar a continuación que su país anunciará su posición más adelante, una vez hayan consultado con todos los ministros.