Política

Hacia una España desvertebrada

La cita entre el gobierno y la generalitat es un agravio para el resto de comunidades

Hace unos días el Gobierno reunió en Salamanca a las comunidades. Como es habitual, la Cataluña separatista plantó el encuentro que simboliza unidad y lealtad al estado. Es un instrumento de compromiso y solidaridad con el interés general. Los nacionalismos han convertido su tradicional ausencia de foros nacionales en su manera de denostar a España, cuando en realidad se ponen en evidencia en su condición de irresponsables con el pueblo, catalanes incluidos. Conviene incidir en que si Urkullu compareció en el cónclave se debió a un chalaneo previo con pago de un estipendio por parte del gobierno de la nación para salvar la imagen de Sánchez y su España cohesionada. Fue un acto de mercadeo más. Hablamos de la Conferencia de Presidentes y del desplante de Pere Aragonés con el beneplácito de Moncloa porque hoy se recompensa el desaire con la reunión de la comisión Estado-Generalitat, la primera desde 2018, y que encarna esa bilateralidad reivindicada por el independentismo para Cataluña y que la coalición de izquierdas ha aceptado. Entre Salamanca y el conchabe de hoy en la capital queda retratada la España de Sánchez, que es la de un vínculo de privilegio y mollar para sus aliados nacionalistas y otro en el que se reparten los restos con mejor o peor fortuna. La administración secesionista quiere desencallar 56 traspasos, obtener más recursos para prestaciones sociales e infraestructuras y un trato de favor en los fondos europeos, entre otras reivindicaciones en las que, en esta ocasión, quedarán fueran las políticas como la amnistía y la autodeterminación, cuestiones que piensa plantear en la mesa de diálogo prevista para septiembre. Queda claro que la presidencia de Sánchez nos costará muy cara a los españoles, además de que consagrará el concepto tóxico de que existen territorios de primera, sino ciudadanos, y otros marginales. No puede haber un diálogo lícito ni legítimo en lo moral por cuanto se colocan en almoneda valores fundamentales de la España constitucional como es la igualdad. Sobre el agravio continuado a los leales al estado de derecho que representa el encuentro de hoy, nada sólido ni justo se puede edificar. Se bendice el trato preferente con ínfulas supremacistas con los declarados enemigos del país que prolongará el poder del presidente. Será a costa de un estado débil y peor que está condenado a reaccionar si es que la oposición es capaz de liderar algo. La España desvertebrada de Sánchez es una obra política sombría contra el legado histórico de esta vieja nación que habrá que revertir.