Merkel no se fía de los sondeos

A un mes de las elecciones federales y con todas las encuestas a su favor, la canciller Angela Merkel se ha decantado por una campaña de perfil bajo en la que destaca los logros económicos de su Gobierno (bajo desempleo, reducción de la deuda y crecimiento de las exportaciones) y evita mencionar si quiera el nombre de su rival socialdemócrata, Peer Steinbrück. Si los alemanes pudieran elegir directamente a su canciller, la líder democristiana arrasaría en las urnas el 22 de septiembre. Según las encuestas un 62% del electorado se decantan por Merkel, frente al 29% que prefiere al candidato del SPD. Según un sondeo de TNS Emnid, la Unión Cristianodemócrata (CDU), con un 40% de intención de voto, se impondría con holgura al Partido Socialdemócrata (SPD), que sólo sumaría el 24%, La actual coalición entre la CDU y los liberales superaría en diez puntos a una alianza entre "rojiverde".

Pese a todo, la líder democristiana evita caer en el triunfalismo y prevé un "resultado muy, muy ajustado"el 22 de septiembre. Las dos últimas citas con las urnas dan la razón a Merkel, quien, pese a su enorme popularidad, tiene gran dificultad para movilizar al electorado. Así, en las elecciones de 2005, su victoria por la mínima (35,2%) la obligó a una incómoda gran coalición con los socialdemócratas. En 2009, la canciller fue reelegida y consiguió formar Gobierno con sus socios naturales, los liberales del FDP, pero la CDU logró el peor resultado electoral desde la Segunda Guerra Mundial, el 33,8%. El hecho de que el 60% de los electores aún no haya decidido a quién votará aumenta si cabe la incertidumbre de unos comicios presentados a priori como un paseo triunfal para Merkel.

Esta prudencia llevó también a la primera ministra alemana a no descartar la reedición de una alianza con el SPD. "Nadie aspira a una gran coalición, pero no sería completamente descartable", aseguró en una entrevista al "Frankfurter Allgemeine Zeitung". Precisamente, la alianza que prefiere el 27% de los alemanes, alérgicos a cualquier inestabilidad política. Por detrás en las preferencias de los electores, está un Gobierno "rojiverde"(20%) o la reedición del pacto entre democristianos y liberales, que sólo desea repetir un 15%.

Con Merkel como inevitable caballo ganador, la única incógnita que los votantes alemanes deberán despejar el próximo 22 de septiembre es quién será el socio de Gobierno de su tercer mandato.

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