El Euroblog

¿Qué se juega la UE en Ucrania?

¿Qué se juega la UE en Ucrania?
¿Qué se juega la UE en Ucrania?larazon

Dos meses después de que Viktor Yanukovich diera el portazo a Europa y se lanzara a los brazos de Moscú, la Unión Europea sigue desorientada, incapaz de dar una respuesta a la crisis abierta en la república ex soviética. Y es que Ucrania, con sus 46 millones de habitantes, es un país clave para el futuro geoestratégico de la UE. Si Kiev cae de nuevo bajo la influencia de Rusia, se verá comprometida la política de vecindad de los Veintiocho.

Hasta ahora, Bruselas pensaba que la seducción por el modelo europeo de paz, bienestar y democracia era suficiente para atraer a los países periféricos de Europa, que se verían abocados a acometer reformas a cambio de su acercamiento al "club"comunitario. La recete está funcionando en los Balcanes, pero está siendo un sonoro fracaso en el espacio postsoviético, donde Moscú sigue haciendo y deshaciendo a su antojo gracias a su monopolio del gas.

Antes de Ucrania, a Europa se le escapó la Bielorrusia del déspota Aleksander Lukashenko, que gracias al apoyo de la madre Rusia sobrevive como último tirano del Viejo Continente pese a las sanciones y la condenas europeas. El ejemplo de Minsk debería ser suficiente para hacer comprender a los Veintiocho que un eventual régimen de sanciones contra Kiev pondría al país definitivamente en brazos de Moscú, que no se ha cansado de acusar a Bruselas de alentar las protestas en Ucrania.

¿Qué debe hacer Europa? Para empezar, los Estados miembro de la UE deben alcanzar una posición común y no tener miedo a ofender al oso ruso. Mientras que Polonia, vecina de Ucrania y máximo patrocinador de las perspectivas europeas de Kiev, defiende un decidido apoyo a la oposición, Francia y Alemania se mantienen más cautos. Y nos les falta razón. A día de hoy y con la ex primera ministra Yulia Timoshenko encarcelado, no hay un líder que aglutine a la oposición ucraniana. El ex campeón mundial de boxeo Vitali Klitschko, que ha residido durante años en Alemania, tiene más relevancia en el exterior que en su país natal. Europa no puede apoyar tampoco a Svoboda, un partido ultraderechista y antisemita que poco tiene que ver con los valores europeos.

La UE no puede decepcionar a las decenas de miles de manifestantes que se han lanzado a las calles pese a las bajas temperaturas para conseguir un futuro europeo para su país. Por eso, los europeos deben enfrentarse al chantaje ruso y hacer una oferta a Yanukovich que no pueda rechazar. A cambio, el líder ucranino debería comprometerse a liberar a los detenidos y abrir un proceso de diálogo con la oposición que concluya con la convocatoria de unas elecciones libres. Ya hace diez años, durante la Revolución Naranja, la solución pasó por la celebración de nuevas elecciones tras un pucherazo que dio la victoria a... Yanukovich. De nuevo el líder del Partido de las Regiones amenaza con provocar una guerra civil entre los proeuropeos de las regiones occidentales y los prorrusos de las regiones orientales. Los primeros nunca confiaron en Yanukovich, mientras que los segundos ya se fían de él porque no ha cumplido sus promesas.

pgarcia@larazon.es