Meteorología
Así será el verano 2025 en España: los expertos avanzan su previsión del tiempo para los próximos meses
Ya sabemos cómo podría ser el tiempo este verano. ¿Tendremos olas de calor? ¿Qué se espera en cuanto a precipitaciones?
El calor de verano va a llegar antes de tiempo. Según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), ya hay un cambio de patrón atmosférico, y parece las altas presiones se están asentando en la península, lo que garantizará tiempo estable y cálido.
A partir del sábado, las temperaturas iniciarán un ascenso generalizado que se intensificará la próxima semana. El domingo, se prevén máximas superiores a los 30 °C en amplias zonas del sur peninsular, como Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y Murcia.
En el valle del Guadalquivir, los termómetros podrían rebasar los 34 °C, y a mediados de la próxima semana, las temperaturas podrían situarse entre 8 y 12 grados por encima de lo habitual en regiones como Madrid, Castilla y León o el valle del Ebro. Ciudades como Córdoba, Sevilla, Badajoz o Ciudad Real alcanzarían valores en torno a los 35-36 °C.
También se espera un repunte térmico en las noches, sobre todo en el litoral mediterráneo. En provincias como Málaga o Almería, se darán las primeras noches tropicales del año, con mínimas que no bajarán de los 20 °C.
¿Cómo será el verano de 2025 en España?
Las previsiones meteorológicas para el verano 2025, no obstante, a apuntan a que no será tan extremo como los anteriores en la mayor parte de España.. Según los expertos de eltiempo.es, no se esperan registros históricos ni olas de calor prolongadas.
Aún así, la normalidad estival en nuestro país ya implica calor intenso, sobre todo en el interior y sus peninsular. Las temperaturas medias del periodo 1991–2020 muestran que, por ejemplo, julio suele alcanzar temperaturas medias de 26,1°C en Madrid, los 26,5°C en Valencia o incluso los 28,5 °C en Sevilla.
En ciudades costeras como Bilbao o Barcelona, los valores medios oscilan entre los 21 y 25°C. Por ello, "cualquier anomalía adicional puede tener un impacto significativo en la percepción térmica y en el confort climático", destacan estos expertos.
Según los modelos meteorológicos, España se presenta en los mapas climáticos con tonos neutros o anaranjados suaves, lo que indica una anomalía térmica positiva débil. Esto supone un cambio importante respecto a veranos anteriores, marcados por un color rojo intenso en el mapa que anticipaba temperaturas muy superiores a lo habitual.
Tan solo las islas y el extremo norte peninsular podrían tener un verano más cálido de lo normal. Para el resto del país, se espera que las temperaturas están ligeramente por encima de la media o incluso dentro de los valores normales, sobre todo en el suroeste peninsular. En zonas como el sur de Extremadura y oeste de Andalucía (Huelva, Sevilla o Cádiz) el verano se perfila con registros térmicos dentro de lo estadísticamente habitual.
¿Y qué pasa con las lluvias?
En cuanto a las lluvias, las previsiones apuntan a un verano con precipitaciones dentro de la media climatológica, lo cual es lo esperado en esta estación, normalmente seca en gran parte del país. Lo más relevante es que no se observan señales de una sequía meteorológica agravada, indican desde elteimpo.es.
Ciudades como Bilbao o Barcelona suelen registrar entre 50 y 58 mm en los meses de verano, mientras que Madrid apenas supera los 10 mm en julio y agosto. Sevilla cae por debajo de los 5 mm. Este patrón confirma que el verano ya parte con pocas lluvias.
Sin embargo, la situación hídrica es favorable. Los embalses estás por encima del 77 % de su capacidad, gracias a las lluvias de primavera. "Se afronta el periodo estival con una situación hídrica favorable, sin grandes riesgos de escasez a corto plazo”, apunta Mar Gómez, doctora en Físicas y responsable del área de meteorología de eltiempo.es.
La atmósfera estará dominada por una estabilidad moderada, marcada por la influencia de un anticiclón atlántico activo aunque no bloqueante. Esto permitirá cierta variabilidad, con posibles entradas de aire frío en altura (DANAs), especialmente en el este peninsular, que podrían generar episodios de inestabilidad puntual.