Los expertos alertan sobre las altas temperaturas del Mediterráneo: "Es un bidón de gasolina en la puerta de nuestros hogares"

Mucho se ha hablado de las temperaturas que hemos alcanzado en la Península Ibérica y en las Islas Canarias y Baleares durante estos meses que llevamos de verano, en los que llevamos algunas olas de calor, aunque el mes de junio fue particularmente fresco. Actualemente estamos a la espera de la llegada de una nueva DANA, que puede traer chubascos y tormentas al territorio nacional

Si algo tenemos en España, es diversidad de climas, lo que hace que el mismo verano no se sufra de la misma manera en dos puntos con coordenadas distintas, como Madrid y Santander. En el caso de esta última, es obvio que el mar cantábrico influye en la climatología de la capital de Cantabria.

Mismo caso ocurre con las localizaciones pegadas al mar que más superficie del litoral español ocupa, siendo este el Mar Mediterráneo. En esas ciudades y pueblos cercanos a la costa el mar ejerce su influencia, ya sea en forma de humedad o potenciando otros fenómenos como tormentas.

Al este respecto, los expertos meteorólogos y circunscritos al sector ya avisan sobre la inususal y extrema calidez que tiene la superficie de este mar durante este mes de agosto. Concretamente, el meteorólogo del Estado Juan Jesús González Alemán avisa que "cualquier situación atmosférica de potencial desarrollo de tormentas en la vertiente mediterránea debe ser vigilada especialmente".

¿Qué puede suceder?

El Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM) ha registrado las últimas temperaturas ocurridas en la superficie del mar, destacando que el pasado 10 de agosto, la temperatura media del Mediterráneo fue de 28,15 grados, y ocho de los últimos diez récords térmicos desde 1982 se sucedieron entre el 2023 y el 2024. Concretamente, la boya marina de Dragonera, cerca de las Islas Baleares, ha alcanzado un valor momentáneo de 31,87ºC.

Con estos datos, y según Francisco Martín León, coordinador de la Revista del Aficionado a la Meteorología, es presumible asumir que estas altas temperaturas en el mar pueden generar "impactos en el medio marino, desarrollando olas de calor marinas y sometiendo a los seres vivos a estrés térmico como ocurre en tierra".

Sin embargo, también tendría consecuencias en la tierra firme. Martín León afirma que una "mayor disponibilidad de vapor de agua/humedad y calor para situaciones propensas a precipitaciones intensas y torrenciales si otros mecanismos o ingredientes se dan a la vez para ellas". Es decir, cataloga la situación actual del Mediterráneo como "tener un bidón de gasolina abierto en la puerta de nuestros hogares", ya que "no pasa nada si la situación es estable; pero si alguna cerilla (paso de frente, DANA; vaguada atmosférica, etc.) se prende y dispara la gasolina, entonces las consecuencias son peores de las esperadas".

Con la nueva DANA de estos próximos días, y las temperaturas del Mediterráneo, puede darse el caldo de cultivo para que, en caso de que se presenten tormentas en localizaciones mediterráneas, estas puedan verse potenciadas y adquieran un carácter más intenso. Es por ello que es recomendable mantenerse informado sobre el tiempo que hará en los próximos días y extremar precauciones, si procede.