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Los chips de gestión de energía: los chips que más darán que hablar en 2024

Lo chips de gestión de energía son componentes esenciales en todo dispositivo electrónico. Permiten regular el suministro de poder, protegiendo componentes que van desde la batería hasta procesadores y circuitos. Serán determinantes en 2024.

Los chips de gestión de energía se convertirán en tendencia para 2024.
Los chips de gestión de energía se convertirán en tendencia para 2024.FreepikFreepik

Los chips de energía contribuyen a obtener el máximo rendimiento posible. Una función que normalmente vemos presentes en dispositivos móviles y ordenadores, pero que se ha extendido con el avance de la tecnología IoT.

Además que su integración no se detiene ahí, sino que se extiende a más soluciones tecnológicas. Debido a la creciente fabricación de procesadores de IA, vehículos autónomos, robots de entrega automatizados y otras innovaciones. Básicamente, cualquier dispositivo que facilite nuestro día a día, pero que también supone una mayor demanda y gestión energética. De ahí que los chips de gestión de energía surjan como solución.

Optimizando la eficiencia energética

Al menos así lo plantea Taro Shimada (Director Ejecutivo de Toshiba Corp), quien cree que es necesario ampliar la producción de chips de gestión energía “lo antes posible”. Esto como medida para contrarrestar la creciente demanda y desafíos del desarrollo de vehículos electrónicos. Sin mencionar que también contribuiría a mantener una cadena de producción mucho más sostenibles y respetuosa con el medio ambiente.

Es así como el director de Toshiba aseguró que a lo largo de los próximos meses la compañía líder en electrónica invertirá 125 mil millones de yenes (175,57 millones de dólares). Esto para duplicar la producción de chips de gestión energía. Al mismo tiempo, asegurando que esperan un retorno rápido de sus ganancias, realizando una “asignación óptima” tanto en Japón como en el extranjero.

Gobierno japonés buscará asumir la demanda de chips de energía

Esto surge tras la reciente preocupación por parte del gobierno japonés. En este sentido, asegurando que la industria de chips de energía está muy lejos de alcanzar al segundo fabricante líder de Europa, Infineon Technologies AG. Por esta razón, anunciaron que subsidiarían 129.400 millones de yenes (más de 900 millones de dólares), en un intento por mantenerse competitivos dentro del mercado.

Esto llevó a que fabricantes como Rohm Semoconductor inviertan 289.200 millones de yenes en su planta de producción en la prefectura de Miyazaki, Kyushu. Al mismo tiempo, Toshiba procederá con su inversión en la planta de fabricación de nueva generación de Ishikawa. De esta forma, se espera aumentar la capacidad de producción y satisfacer la creciente demanda que existe en el país.

La demanda de chips de energía alcanza nuevas alturas

Hablamos de un mercado que experimentó un crecimiento exponencial en los últimos años. Especialmente tras la pandemia, y cuya escasez se multiplicó enormemente en 2022, creyéndose que finalizará de cara a 2024. De ahí que muchos fabricantes se vuelcan nuevamente hacia esta solución, contribuyendo así al desarrollo de dispositivos IoT, tecnologías portátiles, móviles, vehículos autónomos y más.

Por esta razón, muchos expertos auguran una perspectiva optimista para el desarrollo y fabricación de nuevos chips de gestión de energía o de bajo consumo. Esto impulsado por factores como el hecho de que cada vez más empresas buscan implementar soluciones de energía renovables. Lo cual resulta fundamental en la demanda de este mercado, permitiendo abordar los principales desafíos de sostenibilidad y eficiencia energética.

La importancia emergente de los chips de gestión de energía

A esto se suma el desarrollo de procesos de fabricación avanzados, como es el caso de la planta de nueva generación de Toshiba en Ishikawa. Además de otras importantes como Intel, Taiwan Semiconductor o el actual proceso de construcción de Texas Instruments de Samsung. Así, demostrando como cada vez más organizaciones buscan abordar la creciente brecha de chips de gestión de energía.

De hecho, tanto Europa como Estados Unidos se mantienen a la vanguardia de estos esfuerzos, siendo los que cuentan con la mayor cantidad de plantas de fabricación. Esto impulsado por regulaciones como La Ley Europea de Chips, que destinó alrededor de 43.000 millones de euros al desarrollo de semiconductores. Con el objetivo de “crear un ecosistema europeo de chips de última generación”.

Es así como la pandemia del 2020 no solo paralizó al mundo, sino que manifestó muchos desafíos a abordar. Esto sumado a la escasez de chips de gestión de energía, deteniendo el desarrollo en diversas industrias. De ahí que muchas organizaciones tomaran en cuenta la importancia que suponen para la innovación, convirtiéndose en una de las tendencias tecnológicas más presentes de cara al 2024.