La Facebook Española

Qué fue de Tuenti y de sus fundadores: Auge y caída del ‘Facebook Español’

Convertido en un caso de éxito como competencia de Facebook a nivel internacional, Tuenti creció y se derrumbó con la misma velocidad

Antigua home e Tuenti.com
Antigua home e Tuenti.comArchivo

A los españoles que hoy tengan entre 30 y 35 años les resultará familiar esta rutina. Llegar a casa (porque internet en el móvil aún no estaba nada asentado) o conectarse a la red wifi del instituto o la universidad y entrar en Tuenti.

El logo del guiño ;) abría entonces paso a las fotos de última noche de fiesta, a un carrusel de comentarios escritos en muchos casos combinando mayúsculas y minúsculas y al marcador más hipnótico: un que registraba cuanta gente había visitado tu perfil. Una estrategia para enganchar a los usuarios y su ego tan descarada que ninguna otra red social se ha atrevido a recuperar a excepción de LinkedIn en el ámbito laboral.

Tuenti fue una especie de unicornio antes que estos animales mitológicos aparecieran en el argot de las startups españolas. Fundada en 2006, la red social trajo a España el modelo de Facebook, adelantando su implantación en nuestro país. Consiguió tener más de 15 millones de usuarios activos en la época, más que Twitter, la propia Facebook o Myspace juntas en España en ese mismo momento.

Y, sin embargo, su éxito se deshizo de forma paulatina y con un final más que decepcionante. Tras ser reconvertida por aprovechar la marca en una operadora de telefonía, en abril de 2022 Telefónica, su propietaria entonces, decidió echarle el cierre definitivo y trasladar los pocos clientes que mantenía a su marca O2.

Pero por el camino Tuenti dejó muchas enseñanzas sobre cómo un producto así puede triunfar en España y puede perderlo todo relativamente rápido. Esta es la historia de su auge y caída.

Del nacimiento a los años dorados de Tuenti

La historia de Tuenti comienza antes de la propia Tuenti, con un prototipo anterior ideado por Félix Ruiz cuyo nombre era Who is Who.

Su arranque oficial se sitúa en 2006, fruto de la colaboración entre Zaryn Dentzel (quien sería su rostro más visible) con Ruiz, Joaquín Ayuso, Kenny Bentley y Adeyemi Ajao.

Dentzel, un estudiante de relaciones internacionales y literatura española que había estado de intercambio en Cabeza del Buey (Badajoz), se sintió inspirado para crear Tuenti cuando vio que en el mercado hispanohablante no había nada similar Facebook, la creación de Mark Zuckerberg, fundado dos años antes y ya con penetración en las universidades norteamericanas.

Por su parte, Bentley, el otro norteamericano, era un talentoso programador que se unió a Dentzel en España tras trabajar juntos en un proyecto de red social previo en Estados Unidos. Originalmente, Tuenti estaba dirigida a universitarios, al igual que Facebook en su nacimiento, pero su éxito inicial llevó a una expansión más amplia.

El nombre Tuenti nació de la combinación de "Tú" y "ti", reflejando la idea de "tu identidad" y aludiendo al público joven al que estaba dirigido. Fueron sus años dorados, en los que el dominio de Tuenti tenía más tráfico que Google en España. En su apogeo, Tuenti empleó a más de 250 personas de 21 nacionalidades diferentes.

Parte de su enorme crecimiento venía por su sistema de invitaciones, lo que cuál convertía a Tuenti en una especie de club al que te debían invitar, creando un aura de exclusividad.

Esta estrategia no solo controló el crecimiento, sino que también fomentó un sentido de comunidad entre sus usuarios y también de libertad, al ser la mayoría de ellos adolescentes y saber que rara vez uno de sus padres, y más en esos años, iba a lograr una invitación. Eso hizo que Tuenti y sus fotos fueran en gran medida un álbum generacional. Pero el éxito duró relativamente poco.

La compra por parte de Telefónica y el comienzo de la caída

Zaryn Dentzel, fundador de la red social Tuenti. EFE
Zaryn Dentzel, fundador de la red social Tuenti. EFEjmz

El 2010 marcó un cambio significativo para Tuenti. Ese año, Telefónica adquirió el 85% de la empresa por aproximadamente 70 millones de euros. Esta adquisición llevó a Tuenti a explorar nuevas áreas, incluido el desarrollo de un operador móvil virtual.

Sin embargo, en 2012, a pesar de una renovación total y la introducción de nuevas características, Tuenti sufrió una caída libre de usuarios.

La llegada e implantación de Facebook en España, la maduración de su público más joven, problemas de seguridad importantes y no saber adaptarse al consumo en móvil fueron varios de los clavos que iban afilando para cerrar su ataúd. Eso sin hablar del gran elefante en la habitación: la falta de monetización de la red social, arrinconada en su mayoría a acciones publicitarias.

En 2013, Telefónica consolidó su control, adquiriendo el 100% de Tuenti y buscó aprovechar la marca lanzando su servicio como operador móvil en varios países más, además de España, incluyendo México, Perú y Argentina. En esa aventura Tuenti recibió el nombre de Tu o Tuenti Móvil.

Solo tres años después Telefónica decidió echar el cierre a Tuenti como red social, dejando un año de tiempo a sus usuarios para descargar sus imágenes. Su rama como operadora generaba el 98% de los ingresos y el tráfico de la antigua red era exiguo. Habíamos llegado al epílogo.

El fin de Tuenti: ¿Qué fue de sus fundadores?

Tuenti continuó como operador de telefónica enfocado en el mercado joven hasta que en abril de 2023 llegó la decisión: la marca desaparecería y sus clientes pasarían a integrarse en O2.

Pero, ¿qué pasó con sus fundadores? Zaryn Dentzel, el cerebro detrás de Tuenti, ha tenido una trayectoria notable después de la red azul como inversor. Utilizó el dinero de la venta para hacerse con licencias VTC, que después ha revendido a Cabify.

De forma más reciente, fue noticia por un traumático robo en su casa en Madrid, donde intentaron robarle sus claves para acceder a su billetera de bitcoin.

Adeyemi Ajao, por su parte, ha hecho carrera en la inversión en startups, siendo uno de los primeros financiadores de Cabify y fundando el fondo Base10 Partners.

Por su parte, Félix Ruiz ha seguido un camino similar. Fue presidente de Jobandtalent mientras invertía en otras empresas, sin despegarse nunca del mundo startup.

Joaquín Ayuso, con formación técnica, ha colaborado con varias financieras en el desarrollo de productos fintech a uno y otro lado del charco. De Kenny Bentley se sabe menos. Su perfil en algunas plataformas muestra que ha seguido trabajando como desarrollador en otras empresas, con un perfil más bajo.