Podemos

Podemos no denunció el presunto acoso a una trabajadora

El líder morado eludió pronunciarse sobre los presuntos sobresueldos y apeló a que sea la trabajadora la que lleve a la Justicia al ex abogado de Podemos

Acto de Conmemoración del Día de la Constitución
Acto de Conmemoración del Día de la ConstituciónAlberto R. RoldanLa Razon

Con el futuro gobierno de coalición cerrado, a la espera de que las negociaciones de PSOE con ERC den luz verde a la investidura, Podemos no dejará que las acusaciones sobre irregularidades financieras que ahora recaen sobre ellos, lastren su hoja de ruta de entrar en La Moncloa.

La polémica abierta por los letrados de Podemos llegó ayer al Congreso en la celebración del día de la Constitución. El propio líder del partido respondió a las críticas vertidas por sus ya ex abogados José Manuel Calvente y Mónica Carmona que denuncian sobresueldos y presuntas irregularidades incluso en el proceso de primarias y consultas. Pablo Iglesias se pronunció por primera vez desde que saltara la crisis el pasado miércoles y aseguró que el despido del ex abogado se debió a un «caso de acoso sexual muy grave». Sin embargo ni el partido, ni la víctima de acoso, de momento, no ha iniciado los trámites legales para denunciar a Calvente. Iglesias le retó, incluso, a acudir a los tribunales si tiene algo que denunciar. «Todo aquel que acuse a Podemos de algún delito, lo que tiene que hacer es ir a los tribunales y que los tribunales diriman», zanjó. De esta manera defendía a los cargos internos de su partido sobre el que en estos días se han sembrado dudas, como sobre su secretario de Organización, Alberto Rodríguez, o su portavoz adjunta, Ione Belarra.

Este miércoles dos de sus abogados denunciaban haber sido despedidos por la formación morada como represalia por investigar un presunto fraude dentro del partido, unos hechos que se producían justo dos días antes de que los de Iglesias comunicaran oficialmente a su abogado José Manuel Calvente de que habían cursado un despido disciplinario sobre él después de haber investigado y comprobado que el letrado había cometido un caso de acoso sexual y laboral hacia una empleada de Podemos. Una denuncia a la que tuvo acceso este diario, que pudo comprobar como Calvente, durante dos años, había sometido a una trabajadora a situaciones incómodas para la misma.

Fuentes de la dirección de Podemos reafirman las declaraciones de Pablo Iglesias acerca de que sí los abogados lo consideran, acudan a los tribunales, niegan que exista ninguna investigación abierta sobre las primarias o en materia de sobresueldos y continúan valorando «las acciones legales pertinentes». Por su parte, Calvente confirma, en declaraciones a Efe, que presentará una querella por calumnia dirigida, entre otros, contra el secretario de Organización, Alberto Rodríguez, la diputada Ione Belarra y la gerente, Rocío Val, a quienes acusa de «construir pruebas falsas» para justificar un despido que él atribuye a haber querido investigar las «corruptelas» de Podemos. Según la versión de Calvente las acusaciones de los de Iglesias no son ciertas, a pesar de que existe una carta de despido que él mismo recibió este lunes, de una veintena de páginas, en la que se justifica el acoso sexual y laboral. El abogado insiste en denunciar una persecución desde hace meses después de haber intentado aclarar algunas irregularidades que se detectaron tras recibir varias denuncias internas sobre contratos o despidos.

La bronca interna, sin embargo, no habría influido en los términos que los equipos negociadores de PSOE y Podemos negocian para dar luz verde al gobierno de coalición. Según ha podido saber este diario, la polémica abierta en el seno del partido no frustraría en absoluto la relación entre socialistas y morados. De hecho, en Consejo de Ministros, la portavoz Isabel Celáa se negó a valorar la situación interna que viven los morados.