El Gobierno de Pedro Sánchez
Juan Carlos Campo, nuevo ministro de Justicia, un susanista en la corte de Sánchez
Como portavoz del área de Justicia del PSOE en el Congreso apoyó la derogación de la prisión permanente revisable y se opuso a reformar el sistema de elección de los vocales del CGPJ que propugnaban el PP y Ciudadanos.
Juan Carlos Campo es un superviviente. Ha sido capaz de adecuarse a todos los cambios y requiebros que han ido surgiendo en su vida profesional y personal. A pesar de ser juez desde 1987, la política ha acabado decantando su balanza y actualmente había aparcado la carrera judicial –en la que permaneció durante 33 años– para ocupar un escaño en el Congreso. Ahora tendrá un asiento en la bancada azul, como ministro de Justicia, en sustitución de Dolores Delgado, a la que Sánchez ya anunció hace dos días que no continuaría. Este sevillano (Osuna, 1961) se mudó pronto a Cádiz para comenzar sus estudios de Derecho, ha llegado a ser Doctor, y figuraba en todas las quinielas para detentar la cartera. Es de los pocos, por no decir el único, de los nuevos fichajes de Sánchez que se barajaban, a pesar de que durante la pugna interna por las primarias, Campo se alineó con su otrora rival, Susana Díaz.
Miembro de la Real Academia de la Jurisprudencia, no es un desconocido para el ministerio, donde ya ejerció de secretario de Estado de Justicia en la etapa final del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Actualmente es magistrado de la sección penal de la Audiencia Nacional, concurso pendiente de publicación y en servicios especiales y llegó a ser vocal del Consejo General del Poder Judicial, a propuesta del PSOE. Tras el acuerdo alcanzado para la renovación del órgano de gobierno de los jueces en septiembre de 2008, cesó como vocal y volvió como magistrado a la Audiencia Provincial de Cádiz, destino que abandonó al poco tiempo al ser nombrado secretario de Estado de Justicia en febrero de 2009.
El ministerio de Justicia tendrá una especial relevancia en la relación con Cataluña, dado el compromiso del Gobierno del PSOE de no «judicializar la política» y entre los retos que tendrá que afrontar están la modernización de la Justicia y la reforma del acceso a la carrera judicial. Asimismo, existen importantes reformas que llevar a cabo del Código Penal, de varias leyes relativas a la corrupción y a la violencia sexual para que «solo sí sea sí» y la derogación de la conocida como «ley Mordaza». Como portavoz del área de Justicia del PSOE en el Congreso apoyó la derogación de la prisión permanente revisable y se opuso a reformar el sistema de elección de los vocales del CGPJ que propugnaban el PP y Ciudadanos. Campo, que también ostentará el cargo de notario mayor del reino, presidirá las juras de todos los ministros y con él se cierra el círculo de nombramientos del Gobierno.
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