El “Juan Sebastián de Elcano”, en busca del paso del Ecuador

Bienvenido otra semana más a bordo del Buque-Escuela “Juan Sebastián de Elcano”, esta vez somos los guardiamarinas Manuel González Baiges y Joaquín B. Muñoz Hernández, quienes tienen la oportunidad de escribirles navegando cerca de la costa brasileña a la altura del municipio costero de Bragbança y convertirles por unos momentos en parte de la dotación de este histórico buque.

Tras salir del puerto de Recife, puerto del que nos llevamos muchísimas experiencias y lugares para el recuerdo, como sus playas llenas de arrecifes, de ahí su nombre, y la increíble fauna marina, zarpamos a la mar en demanda del puerto de Curaçao. Vuelta a la rutina iniciando de nuevo las clases y con ello los exámenes, y la más que demandante vida a bordo como es costumbre.

Durante esta navegación hemos tenido la oportunidad de poder dar todo el aparejo gracias al viento que hemos tenido estos últimos días, y así luce el buque más emblemático de la Armada con todas sus velas por el océano Atlántico. En la maniobra general, en la que todo el personal ayuda para dar las velas, se ha aprovechado para practicar ejercicios de remolque entre embarcaciones y de hombre al agua, en este último se simula una situación en la que alguien de la dotación se cae al agua teniendo que realizar una maniobra tanto con el buque como con nuestras embarcaciones semirrígidas para acudir al rescate del náufrago. Ejercicio en el que nuestros dos nadadores de salvamento y rescate, se adiestran para una situación real.

Ganando latitud norte se nota por el clima y la humedad reinante, nos acercamos de nuevo a cruzar el ecuador y con ello, la ansiada ceremonia del paso del ecuador. Este hito se producirá por segunda vez en este crucero de instrucción, ya que en el tránsito desde Las Palmas a Rio de Janeiro se consiguió, como bien recordarán nuestros lectores, y encima haciéndolo a vela, hito poco común debido a la ausencia de viento en las latitudes cercanas a este. En esta ceremonia, la dotación que se ha ido incorporando en estos últimos puertos y que es “neófita” (recordemos que se llama así a los que no han cruzado el ecuador navegando nunca), tendrá que rendir tributo al dios Neptuno para que nos permita navegar por sus aguas.

Por otro lado, esta semana acabamos la fase de aprendizaje, la cual ya bien explicada en el anterior artículo sirve para que tengamos un periodo en el que seamos capaces de adquirir todos los conocimientos y aptitudes necesarias para afrontar la fase de responsabilidad. Esta última fase es en la que el peso del barco recae sobre nuestros hombros, aunque siempre con la supervisión de un oficial. Es un momento en el que tenemos la oportunidad de ejercer nuestro liderazgo, donde mando y por supuesto la gran responsabilidad de encargarnos de la navegación del “Juan Sebastián de Elcano”.

Como es costumbre en las noches de lunes a jueves a bordo del buque escuela, tenemos los tradicionales conciertos con los que la banda de música anima a la dotación en la mar. Como se lleva realizando a lo largo de todo el crucero, es una oportunidad para felicitar a los miembros de nuestra dotación en el día de su cumpleaños, esta semana ha tenido un sabor especial ya que el 4 de febrero fue el cumpleaños del Comandante, el capitán de navío Santiago de Colsa Trueba, y así lo celebramos en el concierto de esa noche.

El viernes, aprovechando el buen tiempo, se proyectó cine en cubierta con la afamada película “Bohemian Rhapsody”’, donde pudimos escuchar las canciones que tan de moda están, y es que Queen es mucho Queen. El cine es una oportunidad de ocio en la que la dotación puede romper con la rutina, un evento en el que gran parte de los guardiamarinas aprovechamos para ir y disfrutar de un rato en familia todos juntos como si fuera un cine de verano.

Durante la mañana del sábado se aprovechó para realizar el tradicional acto de leyes penales, acto dónde se leen artículos puntuales de las Reales Ordenanzas, siendo este una oportunidad en la que el Comandante de las unidades, buques o bases de la Armada tiene la ocasión de reunir a su dotación y dirigirse a ellos. En este caso, se realizó para entregar una serie de méritos y condecoraciones a personal de la dotación por sus años al servicio de la Armada y de España, así como por acciones de importancia y valor que se tiene a bien premiar. También es un momento para recordar sanciones impuestas a la dotación, para aprender de ellos y que no se vuelvan a repetir, y por ello se leen también diversos artículos del código penal militar. En las palabras que dirigió el Comandante a la dotación, hizo referencia a los dos tercios del viaje que ya habíamos dejado atrás, seis puertos, unas 9800 millas navegadas, y el próximo reencuentro con nuestras familias, amigos y seres queridos que nos esperan en casa. Pese a estas ganas de volver a casa no hay que bajar la guardia, hay que seguir trabajando con la misma motivación e ilusión que el día 3 de noviembre cuando partimos desde nuestra querida Cádiz en este viaje inolvidable.

Cerramos este artículo navegando a vela por el Atlántico norte en demanda del puerto de Curaçao, esperemos que les haya gustado y que en unas pocas líneas se hayan trasladado a lo que es la vida de un miembro de la dotación de este buque. Esperemos que sigan leyendo próximas entregas de este pequeño vida a bordo que realizamos con mucha ilusión los guardiamarinas.